Two Loves [ZeeMii2]

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Capítulo 3: La casa de los Kritsanaphan.

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Ese día a la hora del receso Jimmy llegó corriendo muy contento, antes de tomar las manos de sus dos amigos.

- ¡Mamá y papá me dijeron hace rato que me dejarán hacer una pijamada con ustedes! - mencionó con emoción, mirando las expresiones de sus dos mayores -; mis dos hermanos van a salir y nosotros podemos jugar.

- ¿Qué es una pijamada? - preguntó Tommy.

- Es como... ir a dormir en casa de un amiguito y platicar toda la noche - empezó a explicar el castaño -, ¡Podemos ver películas y contar historias de miedo!

La emoción en los ojos de los dos mayores se hizo notoria y brincaron levemente mientras celebraban.

Obviamente la idea de pasar tanto tiempo juntos los hacía felices.

- ¡Hay que preguntarle a nuestros papis! - mencionó Tommy -, ¡Y... Y podemos dormirnos en la misma cama!

- ¡Siiii! - celebró de igual manera Zee.

Después de las clases los tres corrieron con sus madres, quienes los esperaban en la entrada.

Una vez las progenitoras de Zee y Tommy estuvieron juntas ambos las miraron con notoria emoción.

- ¡Queremos hacer una pijamada! - explicó en un grito Jimmy.

- ¿Tus papás ya te dieron permiso? - cuestionó la madre de Zee.

- ¡Si, mis phis van a salir con sus amigos también y a mi me dejaron traer a los míos! - mencionó con emoción el menor.

Al final y sin mucho esfuerzo realmente las mujeres aceptaron, haciendo que los tres niños celebrarán nuevamente con emoción.

Zee y Tommy solo fueron a sus casas para recoger una pijama y sus cepillos de dientes y luego corrieron hasta casa de Jimmy.

Los tres estaban sin lugar a duda emocionados ante esto.

Ambos mayores saludaron a los padres de Jimmy de forma respetuosa, antes de correr tras el menor rumbo a su habitación con emoción.

El niño les enseñó sus juguetes y peluches, presentando a cada uno por su nombre e incluso dejando que Tommy y Zee los tomarán para jugar.

Los tres rieron entre sus juegos, no tardando mucho en convertir sus risas en gritos eufóricos.

- ¡Entonces Winnie va a volar, porque le salieron alas! - explicó con emoción en castaño, mientras jugaba con su tortuga de peluche.

Cuando el menor de los tres salió corriendo por todo el cuarto los dos mayores no dudaron en correr tras él, gritando y carcajeandose de forma aniñada.