𝐈𝐧𝐝𝐞𝐥𝐞𝐛𝐥𝐞- 𝐂𝐞𝐝𝐫𝐢𝐜 𝐃𝐢𝐠𝐠𝐨𝐫𝐲 [+18]

28. ahora nada tiene sentido.

Dos días habían pasado.

Dos días de su muerte y se sentía horriblemente asqueroso... Ni siquiera asqueroso lograba definir cómo se sentía Sophie realmente.

Todos habían intentado hablar con Sophie, todos los cercanos e incluso Dumbledore con Amos, pero ella se metió bajo sus frazadas y cerró su habitación con llave y hechizos haciendo que ni su compañera de habitación pudiera entrar. La preocupación de Benjamín y Lawrence creció gracias a que no había comido ni bebido algo en esos días, no había salido y no había hablado con nadie. Cuando se acercaban a la puerta y llamaban ni una sola respuesta llegaba.

Ella había llorado cada vez que estuvo consciente y cuando dormía se estremecía de la tristeza, del frío, de la pena... Cuando despertaba abrazaba la almohada a la cual le había puesto su poleron solo para aspirar su aroma imaginando que era el. Miraba a la nada sabiendo que de esto no iba a salir.

Y lo peor es que estaba segura de eso.

Miraba su anillo la mayor parte que pasaba despierta y a veces una pequeña sonrisa salía, no duraba muchos segundos pero recordaba que el la había hecho sentirse muy amada, la hizo conocer el amor y el tenía su corazón.

Lo peor era que hoy era el funeral del chico, de su chico.

Los padres de Cedric habían pedido por favor hacer algo privado, solo irían: los padres, Benjamín, Lawrence, Harry junto a Hermione y Ron, algunos familiares y por último Sophie... Nadie sabía realmente si ella se iba a presentar o no, porque por más que le hablarán a la puerta no salía, pero la mamá del chico tenía la esperanza de verla, es más, estaba segura porque lo sentía en su ser.

Todos vestían de negro, todos lloraban y cuando una chica se acercó todos notaron de inmediato quien era. Sophie Smith estaba ahí, y para ser sinceros lucía terrible. Tenía unos lentes gigantes y aún así bajo estos se notaba lo ojerosa y pálida que estaba, tenía su cabello mojado y desordenado, casi como si hubiera tomado una ducha, se pusiera el vestido y listo... Y en realidad fue lo que hizo, porque no tuvo fuerza ni ánimo para hacer algo más como peinarse o arreglarse.

Tampoco le importaba el como se veía.

Ella se quiso hacer la fuerte, lo estaba intentando, pero vio a todos y las lágrimas salieron al instante sin darle tiempo siquiera de controlar estás. Pronto fue a pasos grandes hasta la mamá de el y la abrazo sollozando, ella la recibió con mucho amor y los brazos abiertos.

—lo siento mucho.— susurró Sophie, y cuando la mamá de Cedric no entendió ella explico.— he estado evitando a todos y no la fui a ver... No pude...

—oh, está bien... Esta bien amor... Lo comprendo perfectamente.

—esto duele... Y se que a ustedes igual y mucho.— se separó y miro sus zapatos con vergüenza por como se veía y más por su llanto.— lo último que me dijo... Fue que nos íbamos a casar, que no me olvidará de eso.— cubrió su rostro.

—a mi me habló de eso...

—no lo puedo creer, realmente se siente como una... Pesadilla.— miró la tumba ya cubierta de tierra y miro hacia el cielo.— y ya quiero despertar.

—cariño...— hablo la mamá del chico con una gran tristeza.

—yo no puedo con esto.— respiro fuerte y se dio vuelta.— esto... Es una despedida, ¿No?

—no cariño... Por favor ven a casa a visitarnos, no lo dejes de hacer.— pidió Amos. El padre se veía muy afectado y Sophie sabía que era con razón. Amos siempre fue un padre presente que crío con mucho amor y paciencia a Cedric, y se notaba por como era el, tan agradable, chistoso y carismático... Fue el mejor padre que le pudo haber tocado.