#11#

184 23 0
                                    

POV Iante.

Una humana que es inmune a la magia. Esto no se lo puede perder esa persona. No sólo es increíble, es también alucinante.
La humana que derrotó a la patética Amarantha.

—Voy a tomar un descanso, estoy tan feliz de volver aquí, que me parece necesario agradecer al caldero.

Para informarle, antes debo reunir pruebas, qué mejor que averiguar primero como es posible que exista un humano con tales capacidades.




Rhysand se me pegó como un chicle al zapato. No dejaba de mirar mi habitación, examinó hasta las figuras de cristal que se encontraban en la vitrina. Nada de ésto era mío, sólo lo había preparado Tamlin para mantener apariencias.
Mi cama grande y mullida con sábanas celestes de seda, las cortinas finas y blancas, la mesita de noche de madera con rosas talladas en ella, el armario y el ropero además del tocador con incrustaciones de oro en cada borde. Muy ostentoso para mí.

—Al menos pareces tener una habitación de buena calidad. Sin embargo, puedo darte una mucho mejor.

Lo escuché hablar y sonreí, él quería competir con él rubio tonto. A mí que más me daba si lo hacía, yo no tenía ningún interés en caer como tonta con esas promesas.

—¿Oh, enserio?

Respondí fungiendo un poco de asombro mientras bebía agua. Necesitaba descansar y volver a esa fiesta, así nadie diría nada, yo seguiría siendo la amante falsa de Tamlin para la sociedad elfica.
Feyre ya estaba en la corte Primavera, ella seguramente haría algo para mantener su lugar. Si yo recuerdo bien, la chica es algo celosa y dadas las circunstancias, yo seré su blanco como principal rival.

—No puedo leer tu mente, pero sé cuando algo te desinteresa. Aún no entiendo qué es lo que quieres. Si lo supiera, sería más sencillo traerte a mi lado.

—Sólo soy un capricho para ti. Porque fuera de la información, no represento nada importante en tu vida.

—Admito que puede ser verdad. Ya que nunca he tenido la dificultad de tratar con alguien a quien no puedo leer. Es muy interesante y divertido intentar adivinar.

—Es así. Yo sólo represento un tonto reto para tu ego. No tienes que obsesionarte con mi persona.

—Tu actitud es la que me alienta a seguir persiguiendote.

Yo que estaba sentada en el sofá, fui levantada por él en un instante. Sus ojos brillaron con peligrosidad, casi dejaba caer mi vaso con agua de la impresión.
Era un bastardo atractivo, pero un bastardo, porque casi me deja morir de manera miserable.
Ya había pasado la crisis y no lo conocía del todo, pero me enfurecía que no tomara en cuenta lo que antes había hecho conmigo.
La Clare original murió siendo inocente y este sujeto ayudó directamente a que así fuera. Pensar en esa pobre joven que murió de tan horrible manera sin saber siquiera que crimen había cometido, me dio náuseas.

—¿Mi actitud? Escapar de aquel que le contó sobre mi a Amarantha aún sabiendo que no era la mujer que ella buscaba...

Mi voz sonó cortante, era tan necesario para mí mostrarle sus errores para que dejara de actuar como un tonto.

—Sólo pensaba en una forma de romper la maldición y deshacernos de Amarantha. Tu tendrías que ser capaz de comprender lo que digo.

—Lo entiendo bien. Ustedes sólo piensan en su supervivencia y en sus intereses, no les importa en absoluto lo que ocurra con los pobres incautos que usan de sacrificio para conseguirlo.

La confusión en sus ojos violáceos me hizo entender que al fin captaba el mensaje. Él simplemente estaba haciendo lo que quería pero olvidando el detalle de su acusación contra mí aún siendo inocente.

—Lo lamento querida. No tenía idea que eras tú, menos que me agradarías tanto. Pero ahora es diferente...

—¿Qué es diferente? ¿Que tengo información o que soy un juguete que te parece divertido?

—De verdad estás molesta por eso. Haré lo que quieras para mostrarte mi sinceridad.

—¿Tanto quieres que te sirva?

—Si, no lo negaré, eres valiosa, pero también es porque la misteriosa mujer que tengo frente a mi, me gusta.

Este sujeto está loco. Obviamente está mintiendo. Sin embargo, su sonrisa tan cautivadora... No, él es un mal negocio. Hasta que la historia no termine según lo que tiene que pasar, no puedo tener pensamientos estúpidos. Primero la supervivencia y después lo demás. No es el único elfo guapo.

—Lo que digas. La lealtad es algo que yo sé apreciar y otorgar, pero, a su debido tiempo.

Como no me bajaba, me moví para hacerlo, pero sólo reía. Me molestaba su actitud.

—Eres encantadora.

—¡Deja de burlarte de mí!

En segundos estaba en el suelo de pie y una melena rubia apareció en mi visión. Era el rubio tonto, Tamlin. Además Lucien también estaba en la habitación. Los dos hombres tenían sujeto a Rhysand, que sólo reía.

—No hagas este tipo de groserías en mi corte. Ella es mi protegida.

—Oh Tamlin... Ella sólo estaba charlando conmigo. No he hecho nada malo.

—Sujetar a una señorita que además está en su habitación, ¿no es eso acoso?

—Veo. Fue mi error, pero solo la acompañé porque se encontraba mal. Para ser tu protegida, no veo que la cuides como debe ser.

Lucien me ayudó a sentarme y me revisó. Todo era tan rápido y repentino que apenas y podía limitarme a parpadear.

—Ya reacciona y dinos que sucedió. Todos te vieron correr para escapar de este tipo.

—¿Qué? Ah... Bueno, yo estaba un poco indispuesta y él me siguió aquí. Es molesto pero realmente no hizo más nada.

Lucien frunció el entrecejo como si no me creyera del todo pero como yo seguía en mi postura, relajó los hombros y se volvió a su amigo que aún amenazaba con golpear al azabache.

—Ella no sabe aún nada, pero tu si, y su reputación ha sido comprometida hoy por ti.

—¿Son celos Tamlin?

Preguntó Rhysan canturreando cómo si le pareciera delicioso burlarse de Tamlin.

—Claro que no. Simplemente es territorial. Ahora ya terminen de pelear, voy a volver allá afuera pero no quiero ver sus caras largas y frustradas. Me contagian.

Era mejor terminar esto, no me gustaba lo que veía, una pelea innecesaria por ahora no era lo mejor.
Ellos sólo deberían tomar otro camino e ignorarse, eso facilitaría todo.
Feyre apareció detrás de la puerta, se veía tranquila pero me miró un poco... ¿Mal?

—Estaba buscándolos. No sé qué decir allá afuera.

Feyre se veía mejor y lucía bonita, pero seguía siendo la misma negativa.


























Gracias por leer y espero disfruten de esta historia. Nos vemos en el siguiente cap.






















Bajo la Montaña -Clare Beddor-Where stories live. Discover now