Dark Boyz (Freebatch Crossover)

Lover Boi

Domingo, pocos negocios abrían los domingos. Era el día libre de los chicos y lo esperaban con ansias cada semana. La mayoría disfrutaba dormir hasta tarde en ese día y otros se levantaban temprano para aprovechar la luz del sol. Ese era el caso de Khan, quien a las 9 am ya estaba despierto en la sala de su casa sin camiseta y con un pelirrojo pasando los dedos suavemente por su espalda como si tuviera miedo de borrar los trazos.

-Está súper- dijo Arthur.

-Es la USS Vengeance

En la parte mas ancha de su espalda, a lo largo de esta, Khan tenía tatuada con sombras negras una nave espacial de platillo circular y dos propulsores. La mirada de Arthur entonces bajó a la polilla que había visto antes y no pudo resistir el deslizar sus dedos por ella. Sintió a Khan soltar un suspiro por la sensación provocada. Acercó su otra mano y deslizó ambos pulgares por las alas del insecto lentamente, el cuerpo de Khan tembló ligeramente bajo su tacto.

-Es hermosa

Un escalofrío recorrió a Khan cuando sintió los labios de Arthur besar la polilla y sus manos aferrarse a su cintura.

-¿Arthur?

Las manos del pelirrojo se deslizaron por el borde del pantalón hasta el frente y se agarraron a sus caderas. Arthur entonces lo dio vuelta para ver su rostro y tiró del pantalón ajeno para acercar sus cuerpos.

-¿Qué haces?

Sin decir nada, Arthur pasó los dedos por el tatuaje sobre el pectoral izquierdo de Khan, un símbolo similar a una V de cabeza con una estrella en el centro. Entonces descubrió las perforaciones que tenía en ambos pezones, dos perlas de metal brillaban a cada lado de estos. Su curiosidad le ganó haciendo que jugara con ellos entre sus dedos, la respiración de Khan se volvía cada vez más pesada y no sabía ya cuantas veces había tragado saliva.

-Estás lleno de arte- dijo el pelirrojo acariciando con su mano libre el brazo derecho de Khan. -Dime, ¿tienes otro escondido?

Liberando el pezón, la mano de Arthur bajó hasta los pantalones del mayor y jugó tentativamente con la cremallera de éste. Khan, sin poder resistirse más, llevó su mano hasta el rostro de Arthur y comenzó a acercarse a sus labios. A centímetros estuvieron de besarse hasta que un agudo pitido los sobresaltó y Arthur se alejó.

-El té está listo- dijo con una sonrisa y se dirigió a la cocina para ayudar con el desayuno.

Khan se quedó de pie en la sala, sin camiseta, con media erección y una expresión incrédula. ¿Qué acaba de pasar? Se preguntó.
Arthur sirvió el té olvidando que Khan había puesto la cafetera y se acercó a él con una taza entre sus manos.

-Para ti

-Gracias..

Arthur llevó el plato de sandwiches que Khan había preparado a la mesa más los tazones de cereal y los huevos con tocino. El mayor tardó en reaccionar hasta que tomó asiento junto al pelirrojo.

-Buen provecho- dijo el menor.

-Provecho..

Khan seguía sin entender la situación por la qué acababa de pasar. Creía que Arthur era un chico inocente y reservado, pero demostró ser todo lo contrario tan solo momentos atrás cuando manoseó su pecho y pantalón. Y ahora actuaba como si nada hubiera pasado, disfrutando el desayuno con la mente en paz.

-¿Arthur?

-¿Mm?

¿Quería arriesgar el buen ambiente haciendo una pregunta que avergüence al pelirrojo? No.

-¿Quieres... tener otra cita?

-Me encantaría

-¿Qué te parece..-

Khan fue interrumpido por el timbre. Se levantó excusándose y fue a abrir, Hector estaba en la puerta balanceándose sobre sus talones.

-¿Hector?

El rubio sonrió y miró a su amigo de arriba a abajo.

-¿Interrumpo algo?

-El desayuno

-Creí que nos veríamos en el café para eso

-Decidí desayunar en casa

Hector alzó una ceja sin creerle e intentó ver dentro de la casa pero Khan le bloqueó el paso y la vista. El rubio era al que menos quería presentarle a Arthur, su personalidad explosiva podría asustar al pelirrojo por varias razones.

-¿Tienes compañía?

-No

-¿Puedo pasar?

-No

-¿Vendrás al café?

-No, lo siento

El rubio suspiró y se dio la vuelta para irse, pero en cuanto Khan fue a cerrar la puerta la pateó sorprendiendo al mayor y se escabulló dentro de la casa. Fue entonces que vio al pelirrojo sentado a la mesa con las mejillas llenas de cereal. Arthur tragó la comida y lo miró confundido.

-¿Amigo tuyo?

Khan suspiró.

-Si

-Un pelirrojo, vaya- su ceño se frunció levemente.

-Hector..

El rubio se acercó al chico y le sonrió.

-¿Cuál es tu número?

-¿Querrás decir mi nombre?

-No, tu número. Nunca he estado con un pelirrojo. Dicen que te chupan el alma y quizás algo más

Khan frunció el ceño y se puso entre ambos provocando sorpresa en el rubio.

-Voy a pedirte que te retires

-¿Disculpa?

-No voy a repetirme

-Nunca me habías echado

-...

-Acordamos vernos en el café- repitió el rubio algo molesto.

-Hoy no saldré con ustedes. Arthur y yo tenemos una cita

-¿Arthur? ¿Una cita?- Hector frunció el ceño y miró al pelirrojo tras su amigo. -Ya veo. Esto va en serio. Lamento molestar, ya me voy. Un placer, Arthur

Hector tensó la mandíbula y dejó la casa con un fuerte golpe al cerrar. Arthur notó los hombros tensos de Khan y se puso de pie para rodearlo y verlo a la cara.

-¿Estás bien?

Khan observó la puerta unos segundos, soltó aire por la nariz y miró a Arthur.

-Sí

Después de eso solo se sentó a seguir el desayuno. Arthur sintió un revoltijo en su estómago, algo de toda esa situación le dejó un mal sabor de boca.