Capitulo 9

69 10 0
                                    

Capitulo 9:Drift.

En el momento en que logré conectar mi mente a mi cuerpo, me bajé del automóvil y decidí que debíamos caminar un poco. Estar tanto tiempo dentro y juntos iba a ser contraproducente para ambos. Sobre todo para mí, que considerado cómo me ponía, temía arrojarme sobre él en cualquier momento. Pero había aprendido a reprimir mis impulsos cuando era adolescente y no iba a quitar los cimientos de tanto trabajo por su culpa.

Miré a Shoto por unos segundos, tenía un perfil casi perfecto...tal vez si yo...Oh, solo un poquito. Sacudí la cabeza. No, debía olvidar ese tema. Bueno, tanto como puedes hacerlo cuando tienes un espécimen como ese constantemente cerca de ti.

Siempre con una sonrisa divertida en sus labios y con olor sudor, colonia y jabón.

Tal vez si fuera más guapo, pensé.

—Así que...arte, ¿eh?

Shoto frunció el cejo.

— ¿A qué te refieres? —preguntó dirigiéndome una mirada fugaz mientras llegábamos a mitad de lo que parecía ser una manzana con edificios construidos de ladrillos y pintados de un verde muy oscuro.

—Al drift, ¿arte? —inquirí.

Él sonrió.

—Es un arte, Zuku, aunque no lo creas. Es muy complicado y requiere demasiada concentración.

—No me llames Zuku, me suena a nombre de conejo y se oye mal.

Shoto lanzó una carcajada y se colocó la gorra que llevaba enganchada en su cinturón. Primero puso la visera hacia delante y luego la giró con un gesto arrogante y peligrosamente sexy. Los brazos y las piernas me temblaron, así que me obligué a decir algo antes de caer en la tentación de seguir mirándolo.

De pronto me pregunté qué demonios acababa de sucederme. Tal vez era el problema de pasar tanto tiempo con él. Eso es lo que siempre dicen de las personas que pasan mucho tiempo juntos, a la larga algo termina ocurriendo entre ellos.

—Ahora sigamos hablado de nuestro tema —dije procurando que mis mejillas encendidas pasaran desapercibidas.

—Que mal, yo quería hablar de nosotros —arrastró las palabras.

—Lo dudo, Shoto. Porque no hay un nosotros —le corté—. Somos buenos amigos, nada más.

—Podría haberlo —replicó.

—Por el momento no. Ya veremos luego.

Sus ojos se iluminaron y una sensación reconfortarte recorrió mi cuerpo como si fuera un soplo de vida. Respiré profundo. Bueno, no. No era una respiración normal: acababa de suspirar por Shoto. Me alteré.

—Creo que lo has dicho para conformarme. Y está bien, te comprendo. Ahora sigamos que me desconcentras.

¿Que yo lo desconcentraba? Si era él el que cortaba la conversación a cada rato como si de por sí no me costase seguir sus locuras.

—Si, claro. Cuéntamelo todo —dije con sarcasmo.

—Arte, precioso. Si puedes hacer que tu auto forme un ángulo con la dirección del movimiento sobre una carretera o pista, haces drift. Es el estilo del derrape.

Apreté los ojos.

—Eso es técnicamente imposible. Derrapar es solo derrapar. Todos derrapan y no hay nada de arte en ello. Mi madre derrapaba cuando llovía mucho y las carreteras estaban resbaladizas.

—Pero no todos derrapan con estilo, como yo. ¿Quieres hacerlo conmigo?

Mis mejillas se enrojecieron.

Mi dulce destrucción (TodoDeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora