Había recordado quien era Thitiwat Ritprasert en mi vida, me había visualizado confesándole mi amor y también como fui rechazado, el dolor de ese día me recordó que era mejor mantenerme callado, justo ahora mi existencia era un absoluto caos, él me soltó inmediatamente después de eso e hizo un recorrido por la pequeña habitación en la que vivía.
— Vamos... — Dijo de pronto.
— ¿A dónde? — Pregunte sentándome en la cama nuevamente.
— A casa, Fluke.
— Esta es mi casa por ahora, señor Thitiwat.
— ¡Ya basta de idioteces! — Tomó uno de mis bolsos y comenzó a guardar mis cosas en ella.
— ¡¿Que hace?! — Intenté quitárselo pero realmente fui inútil él era mucho mas fuerte que yo.
— Te daré dos opciones, la primera voy al juzgado de familia y reporto que un menor de edad está viviendo en una bodega de mi bar, te enviaran a un centro hasta que cumplas la mayoría de edad, no creo que eso sea lo que quieras o vienes conmigo y no solo tendrás una casa a la que llegar todos los días, sino que además tendrás trabajo y tu gato, un hogar... — O podía huir como siempre, en ese caso, ¿Quién cuidaría del señor Minmin?, miré a mi gato, definitivamente lo haría por él, ya no teníamos ahorros, no había dinero, ese tipo se lo había llevado, con el bar en aquellas condiciones estaba en la calle prácticamente. — ¿Vas o tu propia voluntad o quieres que te reporte...? — Me presionó.
— Está bien..., pero solo será hasta que el profesor venga por mí. — Dije quitándole el bolso para guardar mis cosas.
— Claro, Fluke. Solo será hasta que el profesor Nattapol venga por ti.
Seguramente el señor Minmin jamás había tenido un cuarto tan grande, por que lo primero que hizo apenas llegó fue dar un recorrido por todo el lugar, era curioso por naturaleza, pero probablemente estaba cansado por que lo segundo que hizo fue buscar un espacio en medio de la cama para dormir, yo sinceramente me alegraba que él estuviera tan cómodo.
— Esta será tu habitación, ¿tienes hambre?, ¿quieres que Ada te traiga algo para comer?
— No. Gracias. Si me dice donde está la cocina yo iré personalmente. — Le dije.
— Bien, entonces demos un paseo para mostrarte todo.
— Creo que prefiero dormir..., ¿puede ser mañana? — No estaba como para fingir que todo estaba bien por que de hecho lo único que quería era dormir.
Él me miraba, desde que llegamos no despegaba la vista de mi rostro, tal vez tratando de buscar mas similitudes entre Natouch y Fluke, ¿Por qué le importaba tanto?, dijo que jamás me amaría, él dijo que nunca se enamoraría de mí, debería sentirse aliviado.
— ¿Algo más, señor Thitiwat?
— ¿Por qué usas lentes de contacto de otro color?, ¿Por qué no mostrarte tal cual eres? — Preguntó de pronto.
— Soy miope. — Mentí. — Además, los lentes vienen en par del mismo color.
— Umm... — Se acercó un poco.
— Son bellos... — Tosió después de decir eso. — Tus ojos, quiero decir. Son realmente hermosos. — Me alejé, por que de pronto me sentía como aquel muchacho de quince años que seguía admirándolo como siempre, él hacia que mi corazón revoloteara, aun después de tanto tiempo, seguía teniendo ese poder.
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EL CHICO DETRÁS DEL TELÓN
RomanceArgumento Todo el mundo quería trabajar con el experimentado productor musical Ohm Thitiwat, eso hasta que lo conocían. De un carácter aterrador no exigía menos que la perfección de todo cuanto hacía, no por nada era el mejor de la industria. La bús...