✒ Capítulo 3

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Color. Eso era con lo que parecía llenarse el pueblo, o mejor dicho todo el reino. Cada que volteaba su vista hacia otro punto igualmente se encontraba con listones, cintas de colores y sonrisas amables, que no se solían ver todos los días, para darle bienvenida al rey Toshinori.

Inclusive el callejón dónde comúnmente suele haber un borracho tirado y moribundo se encontraba totalmente limpio, eso era admirable hasta cierto punto. Pero era más que obvio que apenas se fuera el hombre que les proporciona la mayoría de alimentos, mercancía y recursos; confirmando que lo seguirá haciendo, todo el lugar volverá a sus tonos grises y apagados, o bueno eso hasta que haya algo como un festival o incluso hasta la coronación para proclamar al próximo rey al mando.

Solo podía caminar con irritación por los senderos de aquel pueblo que a su parecer era un lame botas. Era el único con una expresión de ira, el único sin una sonrisa, forzada o no, solo se encontraba una mueca de disgusto decorando su rostro que de seguro terminará con arrugas de tanto fruncir el ceño. Ambas manos en sus bolsillos y con mala postura se hacía paso entre la manada de gente que estorbaban su camino y visión, pues ya se encontraban todos mirando a la vía como si de un carnaval con carrozas se tratará pues el carruaje que llevaba a Yagi Toshinori ya estaba entrando a los límites del pueblo y varios de los caballeros Todoroki vigilaban que ningún pueblerino se le acercará para cometer alguna idiotez.

A Katsuki le importaba poco, o nada, lo que pasará entre ambos monarcas. Su único objetivo era encontrar una misión que le diera una buena cantidad de monedas de oro y ojalá en el camino encontrarse con alguna persona que sepa de magia. El día apenas empezaba así que no tenía mucho afán, pues era posible que incluso esa farsa del pueblo dulce y lindo pero necesitado durará incluso días. Por ahora no pasaría nada fuera de lo normal.

O eso pensaba antes de que fuera agarrado por sorpresa de los hombros y sacado de la multitud en un rápido movimiento.

_ Porque demonios no tienes tu capa hoy tampoco!? ¿¡Sabes lo difícil que es arrastrarte cuando estás medio desnudo!? Literalmente por qué el señor perfecto es solo músculo no tengo que agarrar!_ Gritaba un poco molesto el chico que lo tomó por sorpresa como si hiciera una rabieta de niño pequeño. No opuso resistencia pues no tenía ganas de hacer un escándalo frente toda la gente.

_ Y se puede saber a dónde mierda me llevas cabeza de chorlito!?_ Aunque claro, eso no le impidió devolverle los gritos.

_ A darte lo que tanto me pedías! Tómalo como un regalo de cumpleaños adelantado._ Hacía un esfuerzo para seguir empujándolo a su destino pero al no tener mucha fuerza en los brazos comenzaba a volverse agotador. El cenizo solo chasqueó la lengua y se resignó a simplemente seguirlo aunque existiera una posibilidad de que lo estuviera dirigiendo a una trampa.

Después de todo Kaminari Denki es un ladrón, y por muy idiota que parezca es bastante hábil cuando se trata de engaños cuando se trata de conseguir algo a cambio, tal vez no era el mejor en lo que hacía pero era bueno; por lo menos sus manos escurridizas le han conseguido sobrevivir solo durante cinco años sin resultar en un calabozo ni una vez.

Finalmente se detuvieron muy lejos del gentío, frente a un callejón estrecho en el cual entraron encontrándose a uno de los lados un puerta difícil de captar a simple vista, quien abrió aquella puerta de piedra con la poca fuerza con la que contaba fue Kaminari dándole paso a Bakugou apenas la consiguió abrir.

El cenizo entró al lugar oscuro forzando un poco la vista para reconocer lo que había alrededor. No tardó en encenderse una antorcha detrás de él, esto gracias a su acompañante pero antes de fijarse en la luz observó el lugar. Parecían encontrarse en una especie de almacén abandonado y por el polvo parecía haber estado así hace ya demasiado tiempo.

En Un Mundo Medieval [Bakushima+OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora