Capítulo 4

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- Al Otro Día –

Desperté temprano y desayuné antes de irme al trabajo, luego salí en mi coche con destino a la empresa.

Al llegar entre y caminé hacia el ascensor.

- Liam..-_ escuche una voz detrás de mí, sabía que era Mónica así que seguí caminando.

Entré al ascensor marqué el piso y ella logró entrar en este.

- Tienes que escucharme..-_ dijo ella y el ascensor cerró. – Escúchame ..-_

- Tranquila que no tienes que darme explicaciones..-_ contesté.

- Entre nosotros no pasó nada, mírame..-_ dijo haciendo que yo lo mire. – Tienes que creerme..-_ el ascensor abrió y salí.

- Buenos días..-_ le dije a mi secretaria.

- No le pase nada por el momento al señor..-_ dijo ella entrando detrás de mí.

- Liam, háblame por favor..-_ dijo ella.

- Si estás preocupada por tu puesto, tranquila, no te voy a despedir..-_ dije tomando asiento.

- No estoy preocupada por eso, si no por lo que va a pasar con nosotros..-_

- ¿Con nosotros Mónica?, con nosotros nada, a ti nunca te importo esto, ignoré lo que me dijo Marcos y fui a tu casa a pedirte que te cases conmigo..-_ dije yo y ella se acercó a mi deprisa.

- ¿Enserio mi amor?..-_ dijo tomando mi mano. – Volvamos a intentarlo..-_ dijo ella con una sonrisa.

- No puedo mirarte igual después de lo de anoche, no puedo volver a casarme con el miedo de que me van a ser infiel o que me van a dejar plantado en la iglesia y volver a ser la burla de muchos, eso jamás, ahora sal de aquí porque no te quiero ni ver..-_ dije mirándola directamente a los ojos.

- Perdóname Liam..-_ dijo ella abrazándome, la tome de los brazos y la separé de mí.

- Compórtate como la dama que eres y sal de aquí, no quiero que pierdas el puesto que tienes y tampoco quiero sacarte a la mala y que pases vergüenza frente a todos..-_ ella se quedó mirándome y se fue.

- Señor..-_ dijo mi secretaria entrando allí.

- ¿Ahora que sucede?..-_ pregunte yo.

- Disculpe señor pero afuera hay un hombre que insiste en verlo..-_ respire profundo y tome asiento.

- Que pase por favor..-_ dije yo.

Ella salió y regresó con un señor a su lado el mismo señor con el que había hablado la noche anterior en el bar.

- Déjanos a solas y que nadie nos interrumpa..-_ dije yo.

- Sí señor, compermiso..-_ dicho esto se retiró.

- ¿Se puede saber qué haces aquí?..-_ le pregunté yo.

- Usted y yo tenemos un negocio..-_

- Si, lo recuerdo, pero eso queda fuera de mi trabajo..-_ le dije.

- Vengo porque el otro postor me está presionando con la chica y vengo porque necesito la mitad del dinero que me ofreció..-_

- Te dije que te iba a dar el dinero hoy mismo, no era necesario que vengas a mi trabajo, además, ¿como diablos me conseguiste?..-_

- Todo en esta vida se puede..-_ dijo él.

- Dame una hora y te hago llegar el dinero..-_ y camino hacia la puerta. – Una cosa más..-_ y el giro. – Como se llama la chica?..-_ le pregunté.

VENDIDA A UN MILLONARIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora