Cap 68

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Llevamos un poco más de un mes juntas, en nuestra casa por que para mi lo mio es suyo, la amo mucho,lo  llevo haciendo desde que la conozco para mi esto no es una relación de un poco más de un mes, es de hace mucho, con mucho tiempo perdido, quiero recuperarlo, vivir a mil, estar a su lado cada minuto posible, ya no soy esa que solo vivía para el trabajo y de sexo ocasional, ahora vivo para ella, vivo por lo que siento, me gusta trabajar, trabajo en lo que me gusta pero ahora me gusta llegar a casa con ella, saber que alguien me espera y yo la espero a ella con una sonrisa y un beso después.

Hoy es nuestra primera salida vamos a cenar y lo que surja, Gigi quiere invitarme y ahora mientras la miro como se pone ese vestido que le hace un culo impresionante por no decir ese escote, esos pechos que quieren salir de ahí, me estoy planteando enviar a la mierda la cena y comermela entera esa seria una buena cena y un buen postre.

-Gorda lo que estas pensando es no.

-Jajaja como sabes lo que estoy pensando?

-Te estoy mirando a través del espejo como te muerdes el labio y tus ojos son muy obvios, tendrás que esperar a quitarme el vestido cuando lleguemos.

-Mmmmmm prefiero comerte a ti.

Se da la vuelta se acerca a mi y me agarra de la cintura.

-Quiero salir cenar con mi guapa novia y bailar ya  verás lo pasaremos bien te lo prometo.

-Pues no sabes las ganas que tengo de volver.

No tengo nada que hacer de momento pero a la vuelta pondré mi imaginación en funcionamiento.

Salimos de la mano dando un paseo, donde íbamos que yo no tenía ni idea según Gigi estaba cerca, pasábamos despacio por el paseo de la playa podíamos escuchar el mar y oler el salitre.

El restaurante no era cualquier restaurante allí había música en directo, lo cual hacía más ameno la cena.

No era el típico al que yo estaba acostumbrada a ir de los caros o muy caros pero era bonito y había mucha gente.

Nos sentamos en una mesa para dos en un rincón, pedimos vino el más caro que había que era barato, de cena mucho para picotear Gigi quería probarlo todo, parecía una chiquilla feliz sonriendo y yo parloteando de cualquier cosa.

Pronto el vino seguido de otro fue surtiendo efecto en mi cuerpo mis manos eran traviesas debajo de la mesa tocando sus muslos y ella apartandolos.

-Gorda.... Estate quieta.

-Vamos al baño....

-Jajaja ni loca.

Se puso roja como un tomate y yo estaba más caliente que una mona, me encendía muy fácilmente.

-Voy a bailar vienes?

-Nooooo soy un pato no quiero que te rías de mi.

-Jajaja.

Se levantó de la mesa me dejó sola con un cubata que ya estaba a punto de terminar y pedí otro mientras bailaba en medio de la pista, un chaval se unio a ella, bailaban los dos de muerte, no me puse celosa por el tipo lo que si me ponía es caliente, muy chachonda ver sus movimientos sus miradas atrevidas a mi.

Hasta que no pude más entre el alcohol y verla bailar tenía tremendo sofocon, fui hacia ella y la agarre bailamos agarrada muy mala idea sus roces de cadera terminaron de matarme, le dije al odio.

-Amor vámonos....

-Donde?

-Al baño o a casa.

Me miró con los ojos abiertos como platos sabía que iba en serio así que optó por casa, la agarre de la mano tirando de ella a la calle.

El paseo a casa fue más rápido sobre llevar tacones, al llegar a la puerta en un principio la suerte no acompañaba  , las llaves no querían entrar, no estaba en demasiadas buenas condiciones para abrir.

-Dame gorda yo lo hago.

Gigi había bebido bastante menos que yo y pudo abrir en un momento pero fue cerrar y empotrarla contra la puerta de casa






Sus besos me devoraban, la ropa me la fue arrancando de mi cuerpo igual que la  suya lamia mi cuello y lo mordia sin piedad, me estaba volviendo loca, lamia toda mi piel sin dejarse nada me agarraba mis pechos con sus manos los apretaba, mordia y lamia dejando marcas por todas partes, se fue arrodillado, lamia mis mulos, me agarraba de la pared, todo mi cuerpo temblaba, entonces me acorde de mi sobrina, ella estaba en su cuarto podía escucharnos, podía vernos.

La agarre de la cabeza para que subiera y fue a mi cuello y como pude con la respiración acelerada.

-Go..... Gorda..... Para..... Para mi..... Sobrina.

Mordió mi oreja y me dijo.

-Tranquila estará durmiendo....

Y seguía a lo suyo volvió a mis pechos a meterselos en la boca.

-Puede..... Despertarse.....

-Tu gime bajito amor.

Cómo si eso se pudiera hacer con ella, cuando se metió entre mis piernas me fue imposible no gritar y encima se reía la muy capulla, me hizo llegar a un tremendo órgasmo, se me olvidó mi sobrina por unos minutos y gire las tornas era yo la que la devoraba y la que me pidió gemir bajito no lo hacía.

Cuando nos recuperamos un poco el aliento le dije.

-A la habitación, madre mía que vergüenza como salga la niña.

-Jajajajaj....

Malú se reia sin parar, agarre toda la ropa tirada por el suelo la mía y la de ella.

Llegamos a la habitación yo muerta de vergüenza y ella muerta de risa, nos tiramos en la cama y enseguida se  abrazó a mi como un pulpo.

-Nos habra escuchado?

Me preguntó después del ataque de risas.

-Espero que no gorda se traumatizada.

-O termina gustando jajaja.

-Calla gorda.

Nos quedamos en silencio hasta pensé que se había dormido hasta que volvió hablar.

-Amor.

-Si Gorda.

-Siempre he querido ser madre, es mi ilusión y me encantaría que tuviéramos un bebé tu y yo, se que tu no puedes y yo eso de quedarme embarazada no quiero, no me atrevo, pero podríamos adoptar.... Tu que piensas?

-No se..... Gorda yo nunca me lo había planteado, la verdad nunca me ha hecho mucha ilusión y más desde que se que no me puedo quedar embarazada.

-Te puedo hacer una pregunta?

-Claro gorda.

-Por que no quieres ser madre.?

-Buffffffffff principalmente por que no creo que sea una buena madre, siempre he estado sola tengo miedo de hacerlo mal....

Me daba pena decirlo, no se si era ser mala persona pensar así pero era lo que sentía en estos momentos.

-Yo no creo que seas mala madre amor, si solo viendo como quieres y cuidas a tus sobrinas  como no vas a querer a alguien que se criara con nosotras, serás una gran madre.

Me volvió a rodear con sus brazos y se callo no dijo nada más, a los pocos minutos note como se había quedado dormida, a mi me costó bastante, no podía sacar de mi cabeza lo de ser madres, no confiaba en hacerlo bien, le di vueltas, pensé que si Malú era feliz yo sería feliz por que su felicidad era la mía de eso estaba muy segura.

Mi jefa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora