PARTE 2

239 10 13
                                    

Pasados varios días, Abbey sigue observando a Heath con atención, y se sigue asombrando de lo mucho que mejoró.
En educación física por más que lo esperara, nunca tropezó, solo su cabello se prendió por accidente.
En las demás clases vio que no destaca pero tampoco la pasa durmiendo.
Frankie: Abbey
La chica no estaba escuchando, estaba muy concentrada en el chico de fuego que hablaba con Deuce y Clawd.
Frankie: ¡Abbey!
Abbey: eh ¿Qué sucede? ¿Hay un ataque de yaks?
Lagoona: nooo, tranquila.
Frankie: últimamente lo único que haces es vigilar a Heath.
Abbey: eso no es cierto.
Frankie: lo estás haciendo ahora.
Abbey regresa su mirada a sus amigas, con una sonrisa nerviosa.
Abbey: bueno si, tal vez lo vi durante una o dos clases.
Cleo: o durante toda la semana.
Clawdeen: acéptalo amiga, te gusta.
Abbey: ya les dije que no es eso. Solo quiero saber qué lo hizo cambiar de repente.
Draculaura: ¿y si se lo preguntas?
Abbey: esa es una propuesta atrevida, que tal vez puede funcionar.
Al terminar el día Abbey se acerca a Heath, que se encontraba solo en el salón de historia.
Abbey: hola Heath, quería hablarte sobre algo.
Heath: oh Abbey – se enciende su cabello pero lo apaga de inmediato – Disculpa, estaba pensando en el examen de historia de mañana y no logro aprender esto.
Abbey: buenooo. – mira un rato el libro de Heath – Tal vez yo pueda ayudar.
Heath: ¿en serio?
Abbey: si, este tema es sencillo.
Heath: súper, entonces, ¿quieres practicar ahora?
Abbey: creo que podría acompañarte un rato.
Ambos hablan del tema de historia hasta llegar a la puerta de la escuela.
Algunos días después, Abbey se encuentra con sus amigas y les cuenta lo que pasó.
Clawdeen: ¿aún no se lo preguntas?
Abbey: fue solo un imprevisto, hoy de verdad se lo preguntaré.
Clawd: ¿de qué están hablando?
Lagoona: todas hemos notado lo diferente que está Heath este año, pero la señorita sospechas quiere saber cómo.
Deuce: yo no creo que le pase nada malo. Es raro estar con él sin que ocasione un desastre a donde va, pero no es para nada malo.
Clawd: si, es hasta agradable estar con él de forma tranquila.
Clawdeen: ¿ves?
Heath pasa al lado de la conversación y alza la mano para saludar a Abbey, ella le devuelve el saludo.
Abbey: ¿Qué? – notando una mirada particular en sus amigas – ¿no es ese el saludo que hacen todos aquí?
Al llegar la hora del almuerzo Abbey sale de su salón, pero es interceptada por Heath en la puerta.
Heath: muchas gracias Abbey, mira. – le muestra los resultados de su examen – Saqué un regular.
Abbey: no fue nada.
Clawdeen: bueno, creo que…los dejaremos hablar…a solas.
Sus amigas se van a la cafetería.
Heath: hey, ¿quieres que comamos juntos?
Abbey: bueno, no veo porqué no.
En el camino no conversan mucho y se crea un silencio incómodo. Uno que rompen en su mesa
Heath: te agradezco que me hayas ayudado. – cogiendo su cubierto – Ghoulia es buena maestra, pero a veces no le entiendo cuando se trata de historia.
Abbey: por cuarta vez, no fue nada.
Heath: lo siento, es que no pensé que me fueras a ayudar.
Abbey: ¿y por qué no lo haría?
Heath: porque fui una molestia en el pasado. Era tonto, problemático y…bueno, molesto.
Abbey: si es cierto. – asiente con la cabeza – Pero, pudiste crecer, ya no eres el mismo chico de antes.
Heath: gracias, eso creo.
Abbey: ¿y qué pasó para que ocurriera este cambio tan repentino?
Heath: no,…prefiero no hablar de eso – con una sonrisa nerviosa.
Antes de poder responder Abbey nota que en otra mesa sus amigas los estaban viendo, y riendo.
Abbey: muy bien, ¿Qué es tan gracioso? – cambia de mesa para estar un segundo con ellas.
Frankie: ¿No es obvio? Ustedes dos se gustan.
Abbey: eso no es cierto.
Clawdeen: amiga, casi puedo olerlo.
Lagoona: no vas a negar que te gusta el Heath de ahora.
Abbey: él va a decirme lo que quiero saber, eso es todo – habiendo dicho esto regresa con Heath – Disculpa por eso, y ¿por qué no quieres hablar de lo que pasó?
Heath: es que es algo de familia. Es…complicado.
Abbey: ¿en serio? ¿cómo es tu hogar?
Heath: ¿Por dónde empiezo? Ah ya sé, el mundo de los elementales de fuego es el lugar más caliente de todos, aunque creo que eso es obvio.
Así Heath le habló un poco de su casa, y a Abbey pareció interesarle mucho.
Frankie: ¿y qué tal te fue ayer con Heath?
Abbey: oh, bueno estuvo hablando sobre su hogar, es realmente interesante.
Clawdeen: ¿y lo que le ibas a preguntar?
Abbey: con el tiempo amigas, por favor.
Frankie: ¿con el tiempo? *Risa* esa no eres tú.
Lagoona: no será queee.
Todas la miran fijamente con ojos pícaros.
Abbey: ya les dije que no me gusta, es solo que no quiere hablar al respecto, dice que es algo de familia.
Lagoona: creo que deberías decirle la verdad.
Abbey: ¿a qué te refieres?
Lagoona: que solo te acercas a él porque quieres saber por qué cambió.
Abbey: siii, tienes razón.
Antes de ir al almuerzo Abbey se le acerca en los casilleros.
Heath: oh Abbey, mira esto – deja sus cosas y empieza a hacer figuras con su fuego.
Abbey: es…asombroso.
Heath: desde que te hablé sobre mi hogar tengo completo control sobre mis poderes. No le había contado a nadie, y creo que eso me angustiaba.
Abbey: me alegra oír eso, pero quisiera decirte algo.
Heath: ¿podría contarte más sobre mi hogar?
Abbey: ¿Qué?
Heath: tú eres la única que me hace estar en control, y no quisiera perder eso.
Abbey: claro, me parece bien.
Ambos se sientan juntos. Abbey está maravillada por el mundo de Heath. Mientras que sus amigas los observan desde la otra mesa. Entonces Abbey se acerca.
Abbey: muy bien, cuéntenme.
Frankie: creo que es obvio lo que pasa aquí.
Clawdeen: si, estás totalmente flechada por Heath, hasta el fondo.
Abbey: no estoy flechada, solo tengo sentimientos encontrados por él.
Las chicas sonríen como habiendo logrado una gran hazaña.
Abbey: oh ya veo a qué te referías.
Lagoona: lo sabía.
Frankie: *risa* todas lo sabíamos.
Abbey: bueno si, es muy agradable cuando lo conoces.
La chica yeti regresa a la mesa con Heath.
Heath: hey Abbey, quería decirte que, te agradezco que me hayas soportado todo el tiempo que fui un tonto en la escuela.
Abbey: ¿de qué estás hablando? No eras un tonto. No eras muy listo, pero, para mí eras gracioso. ¿Recuerdas cuando fueron a vernos en París?
Durante todo el almuerzo y casi toda la semana se la pasaron hablando de cosas por las que pasaron juntos, y anécdotas personales.

❄️ Los opuestos se atraen 🔥Where stories live. Discover now