𝖭𝗈𝗍𝗁𝗂𝗇𝗀 𝖻𝗒 𝗁𝖺𝗅𝗏𝖾𝗌 ── 𝗦𝗲𝗳𝗶𝗸𝘂𝗿𝗮 [traducción]

Capítulo 1

Se arrastró por las orillas fangosas sobre su vientre, desorientado y tembloroso. Había pasado mucho tiempo desde que se encontró de rodillas, pero aquí estaba. Su cabello goteaba la sensación ácida de Mako por sus mejillas, escociéndole los ojos mientras avanzaba ciegamente, hasta que rodó sobre su espalda, las suaves ondas ya no lamían sus talones.

Parpadeando rápidamente hacia el cielo, Cloud yacía deshuesado, aspirando montones de aire tanto como podía. Estaba aturdido, reconoció brevemente, como lo estaría cualquiera. ¿Cómo podría no estarlo? Apenas tres minutos antes había estado completamente seco, metiendo el recibo de su última entrega en el bolsillo trasero. Ahora, recién se estaba recuperando de casi ahogarse en una piscina Mako en un lugar no identificado.

Reuniéndose en silencio, se frotó los ojos y la cara con el antebrazo, apartando los mechones mojados mientras luchaba por mantener la calma. Necesitaba saber qué acababa de pasar y dónde estaba actualmente. Cloud estaba acostumbrado a que el Planeta le tirara basura inusual, aunque a veces fuera con algunos años de diferencia. Sin embargo, una advertencia hubiera estado bien.

Hizo una mueca cuando el hormigueo muy familiar de su piel lo instó a sentarse y hacer un balance. No es la primera vez que se baña en Mako, pero no significa que le haya tenido que gustar. Estaría más preocupado por su delicada destreza mental si no estuviera convencido de que esto tenía la intromisión de Gaia escrita por todas partes.

La Fusion Sword yacía a unos metros de él, fangosa pero intacto. Mmm, bueno. Al menos Gaia tuvo el sentido común de dejar al hombre equipado. Palpó sus bolsillos delanteros y sintió el peso familiar de su materia de repuesto y una rápida mirada a su brazo le dijo que Ribbon estaba presente junto a su brazalete lleno de su otra materia. Bueno, dondequiera que Gaia hubiera decidido arrojarlo, podría estar agradecido por los pequeños actos de misericordias.

Cloud recogió la Fusion Sword y la colocó en su arnés, ignorando el chapoteo de sus zapatos mientras lo hacía. El estanque verde a sus pies recibió su ceño fruncido cuando Cloud lo miró. Este lugar le resultaba familiar, la atmósfera lo presionaba constantemente. Las orillas fangosas se confundían con un camino empedrado, en el que Cloud podía distinguir un pequeño pueblo más adelante. Como no se demoraba, se permitió un silencioso suspiro de exasperación y luego comenzó su viaje.

Sabiendo que tenía preguntas importantes para las que encontrar respuestas, Cloud no pudo evitar dejarlas de lado mientras sus ojos se entrecerraban en el primer par de casas en mal estado. Allí mismo, aparte de una de las casas, en todo su golpeado esplendor había un gran barril de agua, la tapa apoyada contra su costado casi olvidada. Sus pies se aceleraron, ansiosos por llevarlo hacia allí. Al llegar, notando que estaba lleno hasta el borde, Cloud solo echó un vistazo rápido a su entorno antes de quitarse el arnés y meterse dentro.

El agua se derramó por la borda cuando sumergió felizmente su cabeza. Hacía frío, pero nada preocupante debido a sus mejoras. No muchos tipos de clima afectaron mucho a Cloud en todos estos días, por lo que fue absolutamente óptimo. Se pasó las manos por el pelo pálido, frotándose detrás de las orejas y masajeándose el cuero cabelludo. El Mako picaba como una perra, estaba contento de deshacerse de él lo más rápido posible.

Se frotó el cuerpo tanto como pudo, asegurándose de que su ropa estuviera lo más limpia posible, antes de inclinar la cabeza hacia atrás contra el borde del barril y cerrar los ojos.