𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚅𝙸

14 3 1
                                    

Los meses pasaron y la relación amistad (amor) de mí hacía Derian era como siempre, solo que no contábamos con el mismo tiempo de antes, así que nuestras grandes ratos en el parque fueron acortados.

Cada que nos reuníamos, hablabamos de lo que nos pasaba. Por lo general yo siempre soy el problemático y él muy pacífico. Le hablaba de como iban las cosas en mi casa y él me contaba las suyas. Él no parecía jactarse de la buena relación que tenía con su familia que incluso empecé a tenerle un poco de envidia.

En otros temas, disimuladamente preguntaba sobre su vida amorosa a lo que siempre me respondía con lo mismo: “Estoy enfocado en mi trabajo” y al final, dejé de averiguar al respecto.

Hemos estado sin comunicación varios días está semana y ahora que nos hemos reunido, él está muy callado, tanto que estoy empezando a preocuparme.

—Oye Luk — habla finalmente y volteo a verlo—  Puedo pedirte un favor.

—Depende— arqueo una ceja

—¿Vendrías a mi casa?

La pregunta me toma por sorpresa y algo me da mala espina.

—¿Para qué?

—Quiero que me ayudes con algo.

¿Ayudar? Derian pidiéndome ¿Ayuda?

—¿De qué se trata?

Él se pone de pie y me ofrece una mano para ayudarme a levantar — Lo verás estando allá.

Vaciló antes de tomar su mano, levantarme y camina hacia su casa. Mientras caminábamos me habla de que ignore lo desordenado que puede estar poniendo de excusa que aún no desempaca algunas cosas. Anteriormente me h había dicho que el lugar a donde se había mudado, no quedaba lejos del parque, así que no demoramos mucho caminando cuando finalmente señala su vivienda.

La casa es pequeña y tiene una pequeña reja en la entrada que da hacía un pequeño patio.
Me invita a pasar y me pregunto que necesita de mí, talvez sea mover algunas cosas pesadas.

—¿Quieres algo de beber?— dice en la entrada de la cocina.

—No gracias

—Bien— camina hacia mí y pone una mano en mi hombro — Iré al grano.

Él me mira serio y yo no sé que expresión tengo, pero algo no anda bien.

—Necesito que me ayudes— suspira— a matar... Una rata.

¿Qué?

—¿Qué?— digo desconcertado

—Hoy antes de que nos reuniéramos, ví a esa cosa pasar a la cocina.

—¿Enserio?— digo molesto — Derian, es una rata, no te va a comer.

—No les tengo miedo, pero no quiero hacerlo solo.

Supongo que por muy fuerte que te veas, eres un miedoso.

—Bien, hagamos esto rápido — digo entrando a la cocina. Él sonríe de lado y comenzamos a buscar en los cajones.

Conforme buscamos, veo a Derian abrir cada cajón con extrema precaución por si la encuentra. Me causa gracia su actuar así que no oculto mi sonrisa. Abro uno y me encuentro con varias sopas instantáneas, hay mucha variedad en sabores.

Me imagino un escenario de nosotros viviendo juntos, que yo sin duda estaría dispuesto a levantarme temprano por la mañana y cocinarle.

Veo algo cruzar tras los empaques y con mi mano los muevo a un lado.
La rata salta y escala mi mano. Doy un grito mientras me levanto y sacudo mi brazo, ésta cae al suelo y se dirije a Derian, que al verla se sube a la mesa.

La rata sale de la cocina pero al no tener salida, ya que las cerramos dejando solo la puerta principal abierta. La vemos salir a la calle y la seguimos.

Un chico va cruzando la acera y la rata va hacia él.

—¡Cuidado!— grito

Pero cuando apenas las palabras terminan de salir de mi boca, el chico le da una patada haciéndola volar hasta la calle y después ser aplastada por un auto que pasaba a toda prisa.

El escenario revuelve mi estómago y me giro hacía Derian aguantando las ganas de vomitar.

—¡No!— grita alarmado de que le vomite encima.

Él chico mira hacía nosotros y comienza a caminar hacia acá.

—¿Era su mascota?— dice en un tono simple y despreocupado

—Para nada — digo tragando saliva fuertemente, evitando a toda costa no mirar la calle.

—Entonces porque dijeron que tuviera cuidado— ladea la cabeza

—De que no... De que no la pisaras.

—Bueno, al menos todo está arreglado — Dice Derian en un suspiro — Gracias amigo.

El chico solo encoje los brazos y Derian lo invita a pasar el rato con nosotros al parque a lo que él acepta.

Viéndolo bien, él es un chico bastante apuesto y creo que sin duda, sus ojos son algo impresionante, cualquiera pensaría que pupilentes del tono celeste tan claro, así como el cielo cuando hay mucho sol.

Se presentó así mismo diciendo que su nombre es Alan. Parecía ser un chico bastante calmado  y en su mirada había una chispa de misterio que hacía que te quedaras hipnotizado.

Así mismo, Alan compartía el gusto por la patineta solo que a diferencia de nosotros, él no practicaba seguido.

Derian parecía conversar más cómodamente con él y viceversa, que al principio me daba un poco de celos una parte de mí estaba tranquila, sabiendo que ambos eran chicos y ambos son heterosexuales, así que jamás habría algo entre ellos...

Aunque, tampoco habría conmigo...

Inefable Where stories live. Discover now