꒰ ser torpe es lindo.. 丼 enha. 𐠓 sungki ꒱

OO7!

Terminar el trabajo. Limpiaba las mesas, los pisos, y llevaba cualquier plato sucio a la cocina en donde aún le quedaban más horas extras de trabajo. Sí, su madre cayó enferma y decidió poder ayudarla en su trabajo para que no pierda las pagas semanales; sólo debía aguantar un mes más, mamá estaba delicada en el hospital.

Ni-Ki recordó las palabras del doctor luego de salir de la consulta y trasladar a su madre a una habitación; dijo algo al respecto del crecimiento óseo en los dedos de sus manos, al igual que la sensibilidad e hinchazón de estos. Pero el pálido no logró comprender ninguno de los demás términos debido a que eran muy de médicos. Sólo comprendió que debía quedarse un mes debido a su grande dolor en la espalda baja y rodillas. ¿Quién dijo que ser de limpieza y mesera era fácil?.

Agitó su mano en despedida alejándose de la salida por la puerta trasera, los trabajadores eran muy amables. Todo estaba oscuro, y lo único que deseaba era poder llegar a casa, llamar a su madre y dormir con una sonrisa luego de escuchar su tranquila voz.

Sólo eso, no encontrarse con el castaño que paseaba junto a la pelinegra en pleno parque frente a él. Entró en pánico y corrió lo más rápido que sus piernas le permitieron hacia detrás de un poste ancho, su corazón estaba latiendo con fuerza.

— ¿Hoon oppa? ¿Ocurre algo?. — escuchó la voz de la femenina, al sonido de los grillos incluso podía escucharse por el silencio que había. El castaño desvió la mirada del poste con una sonrisa mirando al frente y caminando en su acción, YuNa seguía confundida — ¿Oppa?.

— Vamos, querías ir al cine. — su tono fue neutro y la pelinegra corrió entusiasmada a su lado entrelazando sus manos, pensó que el castaño la había ignorado cuando mencionó momentos antes aquello. Sus mejillas de colorearon y asintió efusivamente hacia el castaño que chasqueó la lengua ante ello.

SungHoon detestaba a quienes son pegajosos.

(!!)

Nuevamente dentro del club, estaba sentado junto al moreno observando al rubio con misterio: llevaba unas grandes gafas negras de sol al igual que un grande abrigo en plena primavera con el sol entrando por la ventana y los pájaros cantando alrededor de las flores y árboles. Estaba actuando muy raro, no había gritado ni soltado algún chiste de anciano que era algo característico de él.

Jake no pudo aguantar más, se levantó ganando la atención del pálido que se alteró al verlo avanzar con fuerza frente al escritorio del rubio, posó ambas manos al lado de los papeles que leía haciendo rebotar de estos junto a demás cosas por la fuerza en que lo hizo. Su ceño seguía fruncido, estaba muy fastidiado y confundido por su actitud.

— Oye, JayJay. — musitó bajo.

— ¿Sí? ¿Ocurre algo malo?. — alzó la mirada con una sonrisa. Jake se alejó con miedo ante su respuesta alzando las manos en forma de rendirse, el rubio frunció el ceño ante ello, ¿y ahora qué carajos hacia? — ¿Y ti ahora qué te ocurre?.