Porque la amo.

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Catra despertó horas después acostada cómodamente entre las sábanas de la cama de huéspedes. Recargando su cabeza en el hombro de Adora, sintiendo su piel tocando la suya, y su calidez, la calidez que había extrañado tanto en su corazón.
Catra abrió los ojos despacio, volteando hacia arriba para mirar el perfil de Adora aún durmiendo profundamente.

Catra sonrió.
Pasó una mano por su frente acomodando un mechón de cabello rubio en su oreja, pero la rubia no pareció sentirlo, pues seguía profundamente dormida.

Catra volvió a acomodarse dispuesta a seguir durmiendo, hundiendo su cara entre su cabello y el hueco de su cuello.
Tomó una gran respiración para sentir su olor y...

Y eso pasó.
Su olor la llenó completamente.
Un olor tan único y delicioso que la hizo sentir un escalofrío.

Abrió los ojos al instante, mirando a la rubia aún dormida.

Sus colmillos salieron asomándose de sus labios, con su boca babeando.
Quería probar el sabor de su sangre.

No había matado a un humano en años...

Se levantó un poco para pasar su mano hacia el otro lado, pasando la lengua por sus labios.
Miró el rostro de la rubia, descansando completamente ausente de lo que le estaba apunto de pasar.
La recordó anoche.
Recordó sus ojos y su sonrisa, y la forma tan estúpida e ingenua de decirle que confiaba en ella.

Ella confiaba en Catra.

El sonido de su grito cuándo la atacó la primer noche retumbó en sus oídos y entonces se arrojó hacia atrás alejándose lo más que pudo de Adora.

Casi se cae de la cama, cubriendo su boca con el corazón latiendo con fuerza.

Tenía suerte de que la bestia no se había apoderado de ella por completo.
Sólo fué un pequeño rastro de ella.
Uno para recordarle lo que era.

Porque lo había olvidado.
Había logrado olvidarlo por un momento.
Olvidado que no era humana.
Que nunca volvería a ser humana.

Que todo lo que había pasado anoche no era posible que permaneciera así.

Ésto es lo que era.

Catra se levantó de la cama pasando sus manos por su rostro con cansancio.

Estaba bien.
Tal vez etaba siendo muy dura.

Comenzó a vestirse de nuevo poniéndose sus pantalones y abotonando sin ánimos su blusa saliendo de la habitación en silencio.

Cerró la puerta detrás de ella y miró al rededor al castillo oscuro y solo.

Era un día nublado, seguramente lloverá esa noche, pensaba.

Antes de que la rubia se despertara y la viera ahí comenzó a caminar de vuelta a su habitación dónde Doppler ya estaba en el espejo con los brazos cruzados y una sonrisa que no tenía ánimos de ver.

- Miren quién llegó finalmente a su habitación - Le dijo en tono de burla - Veo que las cosas salieron muy bien entre ustedes anoche.

- Bueno, sigo siendo una bestia así que descartamos tu teoría basada en cuentos infantiles - Bromeó, acercándose al peinador por una liga y se peinó con una cola de caballo alta su cabello enmarañado. Un nuevo temor llegó de nuevo a su mente - No nos... ¿Viste o sí?

Con eso, Doppler rió divertido.

- Respondería tu pregunta pero es más divertido si te quedas con esa duda.

Catra simplemente puso los ojos en blanco.

Doppler se quedó en silencio por un momento.

- Pero hablando en serio... - Le dijo - ¿En serio crees que ésto está bien?

La bella y la bestia (Catradora AU) 🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora