Capítulo único

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Katsuki solo lo miró unos segundos, Izuku simplemente evitó la mirada.

El papel sobre la mesa se encontraba puesto y vacilante frente al viento que se escurría por la ventana. Podía haber simplemente enviado a uno de sus abogados con el sobre y no habría tenido que lidiar con aquel incómodo dolor en su pecho todo ese tiempo, pero eso sería de cobardes, y Bakugo Katsuki no era ningún cobarde.

Tomó el esferográfico que se encontraba aferrando la hoja de papel sobre la mesa y garabateó su firma con fuerza y determinación, junto a la suya se dibujó la de Izuku casi al instante, algo temblorosa y vacilante. Pero ya estaba hecho, el papel firmado lo confirmaba, su contrato matrimonial oficialmente estaba deshecho.

Quiso lanzar un suspiro para ver si así se liberaba esa presión en su pecho, pero sabía que eso podía malinterpretarse, y lo que menos quería en ese momento era tener otra discusión. Aunque ¿Qué importaría terminar todo con una pelea como esas que siempre tuvieron? Claro, importaría mucho, porque, al igual que su última y definitiva pelea, esta tampoco terminaría con ellos en la cama solucionando sus diferencias.

Esto era diferente, ya estaban divorciados, podía hacer lo que le diera la gana.

Pero no lo hizo.

Vio a Izuku levantarse, él lo imitó. Tras suyo acomodó su traje y miró al notario que parecía sonreírles con pena. Al fin de cuentas ¿Cuántas veces eras testigo del divorcio de aquellas mismas personas que una vez casaste por lo civil?

No supo realmente por qué lo hizo, tampoco esperó que Izuku le siguiera el juego, pero de pronto su mano se extendió hacia el frente en una petición que el peliverde al parecer entendió perfectamente. Después de todo, veinticinco años juntos donde compartieron cinco años de casados no se iban fácilmente, olvidarse de ciertas mañas era muy complicado, y perderle el hilo de pensamientos a tu pareja peor aún. Pero ellos en cierto punto si lo habían hecho, se habían perdido, y aunque aún quedase una conexión, no parecía ser suficiente.

Izuku le tendió la mano a Katsuki, quien inmediatamente llevó el dedo índice y pulgar hacia su dedo anular, haciendo una garra sujetó el frío metal calentado por el calor corporal de su ex esposo, y lo fue deslizando lenta y tortuosamente hacia adelante.

Katsuki podía recordar con lujo de detalles la vez que hizo todo lo contrario, con la delicadeza que deslizó el anillo en el dedo de Izuku para reclamarlo frente a la ley como suyo, la sonrisa de felicidad y las lágrimas de emoción que empaparon las mejillas de su esposo, y los aplausos de sus amigos y familiares. Sí, aún podía escuchar los gritos de felicidad y el estruendoso beso que el pecoso asentó sobre sus labios como sello de su pacto.

Ahora todo era frío, no hubo murmullos ni aplausos, peormente felicitaciones. Cuando Katsuki terminó de arrebatarle a Izuku lo que una vez le causó alegría, nadie dijo absolutamente nada. Después de todo solo eran ellos dos y el notario que corroboraba su separación.

Con el anillo ya en sus manos, Katsuki quiso que Izuku hiciera lo mismo con él, que se llevara el anillo que una vez Izuku eligió con emoción, pero el peliverde se lo negó al darse la vuelta y despedirse del notario, preguntando suavemente si eso era todo.

—Faltaría la separación de bienes y...

—Venderemos todo, lo que hemos comprado juntos se irá y nos repartiremos el dinero. ¿No es así, Katsuki?

Kacchan, ¿Dónde estaba el infantil apodo que su esposo siempre usaba con él? Claro, se había ido, así como también se fue el título de esposo y solo quedaba la palabra "conocido".

—Es correcto—confirmó Katsuki con voz firme. No había tiempo de dudas o inseguridades. Todo estaba escrito y firmado ¿Por qué titubear? —Nuestros abogados ya están al tanto y nos indicarán el día en que debemos reunirnos para la firma de documentos y la cotización del precio de la casa.

Estar equivocado [Oneshot] | KatsuDekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora