@CONEJITO69 [𝑩𝑹𝑰𝑮𝑯𝑻𝑾𝑰𝑵]

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Bright.

Los siguientes días finjo ignorar a Win.

Aunque la verdad estoy consciente de las miradas que me da en los pasillos y durante el almuerzo.

Sé que está preocupado.

Cuando estoy hablando con mis amigos y riendo, lo puedo ver observandome, parece temeroso de que en algún punto de la conversación pueda revelar su secreto.

Es divertido verlo alertado. 

Y aunque muero de ganas por acercarme a él y atormentarlo, no lo hago, espero el momento indicado para hacer mi siguiente movimiento.

Así que hoy, jueves, me siento de buen humor y tan pronto termina la clase, tomo mi mochila y me dirijo al club de natación.

Saludo a los miembros y cuando veo a Win le doy mi mejor sonrisa.

Lo veo tensarse y me rio internamente mientras voy hacia el vestidor.

La hora transcurre con normalidad, pero puedo notar que Win está nervioso.

Me dedica miradas y cuando me ve hablar con alguno de los miembros, se acerca disimuladamente, queriendo escuchar nuestra conversación.

Finalmente, la clase termina y todos corren hacia las duchas. Me quedo a solas con Win y lo observo fijamente, viendolo moverse intranquilo, nervioso.

Sus ojos se encuentran con los míos y se muerde los labios antes de comenzar a decir vacilante;

"¿Cuánto dinero quieres por guardar mi secreto? Dime la cantidad y te la daré".

Sin poder evitarlo una risa burlona se escapa de mis labios, lo miro divertido y él me mira sin entender cual es la gracia.

"No quiero dinero". Le contesto tajante. 

"Entonces, ¿qué es lo que quieres...?" me pregunta titubeante, jugando con sus manos y  mirandome confundido. Yo ruedo los ojos porque empiezo a sentirme irritado.

"Te quiero a ti". Le contesto aunque a lo que me refiero es 'quiero tu cuerpo'.

Tomo mi toalla y camino hacia las duchas. Paso a su lado, notando su expresión sorprendida.

Él me toma del brazo y me pregunta estupefacto "¿Q-qué has dicho?".

Me zafo de su agarre y mientras camino le contesto "Ya lo has escuchado. No lo voy a repetir".

Escucho sus pasos detrás y me apresuro a entrar a una ducha vacía.

Abro la regadera y sonrío satisfecho al recordar su expresión y también porque siento que estoy cerca de mi objetivo.