Capituló 28

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Narrador omnisciente:

Luego de una semana fuera de la ciudad, Laila vuelve. Sabía que Ferran por Gilipollas aún no firmaba los papeles del divorcio y le preocupaba que por culpa del castaño, la familia de él quedará en la calle.
-Es bueno tenerte de vuelta cariño, te he echado mucho de menos y no sabes como me alegra que vuelvas a casa- dice Ricard cuando ve a Laila salir del aeropuerto.
-No volveré a casa papá, aunque sé que solo necesito tiempo, aún no te eh perdonado... me quedaré en un hotel por ahora y no hay discusión sobre esto- dice Laila seria y decidida. Una semana lejos de todos le sirvió para abrir los ojos y pensar bien las cosas, tomando decisiones pensando que será lo mejor. Ricard arrepentido y avergonzado ante su hija, solo se dispuso a asentir.

Ferran por su parte le tiembla hasta el alma. Recogió los exámenes hace dos horas y aún no es capaz de abrir el sobre, por lo que luego de recogerlos se fué a su último destino donde acostumbraba a ir Laila .
-Porfavor diosito ayúdame, sé que eh sido la peor basura y eh hecho mucho daño pero porfavorcito juro que estoy arrepentido y voy a enmendar mis errores...- dice el castaño dentro de su coche , con la cabeza apoyada en el volante. Con los nervios de punta porque es su última oportunidad y porque verá los resultados. Toma el sobre y lo abre lentamente. Al terminar de leer los papeles suspira... Negativo a todo. En toda la noche no había podido dormir debido a la preocupación por éstos análisis. De pronto voces de unos niños lo sacan de pensamientos.
-¡Es la profe !- el castaño escucha que grita un niño- ¡es el coche de la profe!, ¡es ella!- tres niños de no más de 10 años corren hacia el coche donde está Ferran , dejándolo totalmente confundido.
-¿profe?- pregunta el castaño para si mismo. Lentamente abre la puerta del coche y los niños lo miran con decepción- creo que se equivocaron de coche niños.
-¿Y la profe ?- pregunta uno de los niños intentando mirar hacia adentro del coche .
-¿Porqué usa el coche de nuestra profe?- pregunta el otro niño con el entrecejo arrugado. El tercer niño solo mira enfadado a Ferran . Antes de que el castaño pueda responderles, la directora del hogar de niños los llama y los 3 niños corrieron de inmediato.
-Lamento el interrogatorio Ferran , los niños acostumbran a ver a Laila llegar en ese coche - dice sonriendo la directora, una vieja monja.
-No se p...- el castaño se queda en silencio algo shockeado- ¿cómo... cómo sabe mi nombre?.
-Sigues siendo el mismo niño despistado... pasa por aquí - la señora sonríe y camina hacia adentro del hogar. Ferran observa todo muy curioso, se le hace conocido pero no dice nada. Entran a la oficina de la directora y el castaño se queda observando fijamente un dibujo pegado en la pared.
-Ese... ese dibujo...- dice apenas Ferran .
-¿Lo recuerdas?- pregunta con una sonrisa la directora.
-Porqué...- Ferran la observa fijamente y cae en cuenta de quién es la persona que tiene en frente- ¿hermana Paula?
-¡Niño por dios!, Laila me había dicho que eres un poco despistado pero tu pasas los límites, es realmente un gusto tenerte aquí de visita- dice burlona la monja.
-¿Usted conoce a mi esposa?- pregunta descolocado el castaño y la directora cambia su semblante a serio.
-Ferran ... gracias a vosotros hemos podido seguir de pié con la casa hogar- dice la monja y Ferran sigue en shock sin poder decir nada, solo mira con cara de confusión- Laila es nuestra colaboradora, mensualmente dona una gran cantidad de dinero desde su cuenta compartida, lo sé porque aparece tu apellido también.
-E... entiendo- responde Ferran con un nudo en su garganta. Los recuerdos de todas las veces que le enrrostró a Laila que él trabajaba para que ella se gastara el dinero en estupideces, lo golpearon mentalmente, definitivamente no conocía en nada a su esposa. Luego de unos minutos hablando , a Ferran le entra una duda- hermana Paula... ¿porqué esos niños que se acercaron al coche , decían que era el coche de la profe?
-Porque Laila venía día por medio y les enseñaba diferentes cosas, a algunos les estaba enseñando a leer y a otros de diferentes temas, era muy querida aquí, nos dio mucha pena cuando nos comentó que debía irse, solo espero que sean muy felices a donde vayan, es una gran mujer y la vida no te premia dos veces, cuídala mucho...- luego de recorrer el sitio en donde vivió varios años de su infancia cuando su madre lo abandonó, se marchó con el corazón en la mano. Se había equivocado tanto que lo único que podía hacer era pedir perdón y esperar un milagro para que Laila lo perdone.
Laila escondida en un rincón, con la respiración acelerada y tapando su boca para no hacer más ruido. Esperó a que el coche se pusiera en marcha y soltó un gran suspiro. Nunca imaginó que se encontraría a su esposo en el hogar que ella visitaba y ayudaba.
-¿Qué haces ahí muchacha loca?- pregunta la hermana Paula, asustando a Laila .
-Yo... yo pensaba... me...- Laila tartamudea avergonzada.
-Sal de ahí, él ya se fué- dice la mujer mayor- no soy quién para juzgarte por tus desiciones, pero al menos dale la oportunidad de ser escuchado, luego de eso toma la decisión que diga tu corazón- la monja pone una mano en el corazón de Laila . La chica con sus ojos llenos de lágrimas asiente en silencio. Al menos debía darle la oportunidad de explicar las cosas.

[...]
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El tiempo - Ferran TorresWhere stories live. Discover now