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¡Por que eres tan terco! - grito mi primo pero hice oído sordos y seguí cortando cada parte de ese horrible árbol. Desde que era pequeño ese jodido árbol me obstruía todo el paso.
Terminé de juntar cada rama y me digne a entrar por primera vez en años a la casa de mi padre. Volver no me hacía sentir mejor, sino que me recordaba lo que alguna vez dejé.

- Muchos recuerdos se me vienen a la mente..- soltó fred como si estuviera leyendo mi mente. -Igual a mi ...- El silencio se adueñó del hogar y los recuerdos simplemente comenzaron a flotar.

Mi familia no era convencional, comenzando por una madre que luego de cumplir diez años se alejó completamente, dejándome al cuidado de mi padre.

Limpiamos profundamente, mientras que bebíamos unas cervezas.
- Y como andan tus nenas- bromeo el inmaduro de mi primo . - Supongo que bien.. la verdad no tengo mucha idea- reímos en conjunto al darnos cuenta que mi relación con las mujeres no era para nada estable. Dejamos la pena de lado y nos dignamos a seguir con nuestro labor.

Apenas llegue a mi casa me arroje en el sillón y comencé a ver la televisión mientras que tito lambia mi brazo.
Esta era mi vida, disfrutar de mi perro, de mi vocación como bombero y de mis fieles amigos.
Jamás tuve un amor, ni siquiera quisiera tenerlo. Pero desde que mi padre murió esto ah cambiado completamente ya qué su último pedido fue casarme, y si esto no se cumplía toda la herencia quedaría para la mujer que en algún momento me tuvo nueve meses en su vientre.

No dejaría jamás que eso suceda. ..

Baje de mis pensamientos, corrí a Tito a un lado y llame a mi abogado.
- Viejo! Como estás?- me preguntó mi amigo y hermano del alma.
- Bien y tu que tal? - respondí, mientras buscaba algo en la nevera para cocinar.
- Bastante bien, estoy yendo al lavadero.. - contestó algo agitado, reí detrás del teléfono. - como te tienen - me burle por el cambio repentino que hizo desde que se comprometió. Hice silencio al oír que estaba charlando con alguien, volvió a la conversación soltando una carcajada  luego de carraspear reiteradamente.

- ya que sacaste el tema..- abrió la boca.
-  Vendrás a mi casamiento? ..- me interrogó, dejándome absolutamente callado.

Me había olvidado completamente de que mi mejor amigo se casaba.

- No lo pensé.. tengo tantas cosas en mente qué no pude decidirlo- . Respondí, mientras que pensaba en todos las cosas que tenía que hacer aquí.
- Pero vas a estar acá ¿no? - volvió a preguntarme.

- No lo sé hermano...- dudé.

Terminamos de charlar de todo y me profundizó sobre el asunto de los papeles para recuperar la casa de mi padre. Tenía exactamente un mes para lograr cumplir a la perfección el requisito de mi padre.

Marck se iba a casar, pero el problema era que ni siquiera conocía a su prometida. Fuimos amigos desde el kinder pero a medida que fuimos creciendo tomamos diferentes caminos..
Mi gran amigo tomó el rumbo de las leyes, del amor y demás, mientras que mi rumbo fue otro en el que vivía viajando y conociendo millones de personas.
Las mujeres jamás fueron algo de suma importancia en mi vida, ya qué nunca me intereso estar en pareja.
Tito empezó a ladrar así que deje el móvil de lado y lo sujete como si fuera un pequeño bebé.

Hoy era mi día de descanso, le había pedido a mi compañero que me cubra ya que tenia más de cien kilómetros de viaje hasta la casa de mi padre. 

-Estas solo.. - mi conciencia me hablaba una y otra vez. Muy en el fondo lo sabía, yo estaba solo. Sin un padre, sin una madre y sin hermanos.
Era realmente un hombre solitario. Pero que iba hacer, tenía que resolver rápidamente lo del compromiso. Me tenía que comprometer además de enamorarme de una gran y buena mujer.
Así que me digne a entrar a esas aplicaciones de citas a ciegas, no era muy creyente pero era el método más eficaz.

- uff esta muy buena ..-  dije para mis adentros luego de observar una rubia hermosa con un buen cuerpo y una descripción bastante interesante. No dude ni dos minutos en darle un corazón, y rezar para lograr hacer match.

Malditas citas a ciegasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora