Romance book

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Junghee se había molestado por la falta de cuidado de Haechan. Tampoco entendió qué lo motivó a "jugar con Hyuck", pero la ventana había salido cara.

Le advirtió a los chicos que si volvía a pasar, tendrían que asumir la responsabilidad de sus actos, y eso sonaba como una propuesta indirecta a que buscaran trabajo.

Haechan le prometió a su gemelo que regularía su fuerza desmedida con el balón. Mark todavía seguía temeroso de tener que recibir sus pases, pero la buena causa le quitaba la cobardía.

Al final, después del accidente terminaron los cuatro hermanos, comiendo de los dos trozos de pie. Además castigados sin helado, porque así lo decidió mamá cuando llegó su esposo, Daeyon. El bonito regalo quedó suspendido.

Todo marchaba bien. El segundo día de intercambio fue más productivo para los chicos, pero la tarea del club de esgrima, más el interés repentino de aprender fútbol, tenían muy distraídos a los gemelos. Tanto así que al llegar el viernes, silenciosamente soñaban despiertos con descansar, pero era eso, un sueño. Además de intereses románticos... Seguía existiendo el instituto y sus deberes.

Hyuck terminó la investigación de historia sobre la esgrima, cerrando su libreta y la laptop en el comedor. Dejó todo allí, arrastrando sus pies hasta la habitación compartida. Era tarde... Su madre estaba recostada desde la cena, y su padre no había llegado aún. Con eso en mente, abrió cuidadosamente la puerta por si su hermano estaba durmiendo, pero al contrario, estaba sentado en su cama repleta de libros y cuadernos.

—¿Qué haces?—El recién llegado cerró nuevamente y fue con el mayor,  pero no había espacio así que se sentó en la silla del escritorio.

—Hoy te dejaron un trabajo en la clase de Coreano... Y tengo un taller la siguiente semana, así que buscaba más del tema.—Haechan llevaba el cabello revuelto, sudadera y bermudas. El cansancio nunca se notaba en su cara, pero sí en su voz.

Donghyuck negó, viendo al sin remedio de su copia. Con una sonrisa perezosa tomó su libreta en manos del contrario, y recuperó uno de los libros, para continuar en su espacio.

—¿Tú qué haces?

—Tomar mis responsabilidades devuelta. Qué tal si descansas, es viernes...—Escuchó cómo seguía pasando páginas, de modo que había sido ignorada su sugerencia.— Quizás no.—Su risa duró un segundo y se apagó.

—Mejor cállate y haz la tarea.—Respondió con una sonrisa, sintiéndose más a gusto con un compañero de estudio.—¿Por qué no traes un café? Creo que pasaremos un largo rato.

El gruñido de Hyuck fue suficiente.

—Quizás no.—Añadió.—Le diré a Yujin, ¡YUJIN!—alzó la voz para que su hermana pudiera escucharlo en el cuarto de al lado. Teóricamente ella debía seguir despierta a las 11pm, a diferencia de Jeno.

—¡NI LO SUEÑES!—Replicó la más jóven, sabiendo exactamente lo que buscaba Haechan. No saldría de su cama a complacerlo.

—Bien, eso significa que tendré que ir yo. Al diablo.

Perdieron la noción del tiempo con las tareas pendientes, llegando a estar despiertos hasta altas horas de la madrugada. Cuando salió el sol, el cuarto era un mar de papel y lápices de colores regados.

Sobre la cama de Haechan, dormían plácidamente ambos chicos. Estos no oyeron cuando tocaron la puerta, menos cuando mamá los llamó.

—Oh, dios. Qué clase de jungla es esta...—Dijo al entrar, pasando por la vista más que dolorosa para un padre. Todo estaba desordenado, y la ropa no se diga. Ya le daba dolor de cabeza sin pensarlo tanto.

Love²/ NaHyuck- RenHyuckWhere stories live. Discover now