Capítulo 19

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Christopher vio a su padre entrar en la oficina y de inmediato se levantó de su escritorio para hablar con él.

—Papá, ¿cómo te fue con...? — no terminó de formular su pregunta al ver a Alfonso entrar detrás de su padre.

—Bueno hijo, ya ves, Alfonso quería pasar a saludarte — Enrique dijo esto con una sonrisa amable — Yo dejo a los jóvenes hablar mientras voy a revisar unos papeles que tengo pendientes. Regreso en en cuanto los termine.

—Papá...

—Te agradezco que atiendas a Alfonso, hijo — y sin decir más salió de la oficina de su hijo dejándolos a solas.

—Es un buen hombre tu papá.

—¡Vaya! ¿Ya te diste cuenta? 

—Okay, lo merezco.

—¿Qué quieres, Alfonso? 

—Escúchame solo un momento ¿sí? — Alfonso notó que Christopher no tenía la más mínima intención de hablar con él, pero al menos se quedó esperando que hablara, eso era una buena señal — Necesito disculparme contigo por todo lo que sucedió la última vez que nos vimos, de verdad no tienes una idea de lo mucho que lo lamento. 

—Listo. Ya te escuché, te agradezco que te retires porque tengo bastante trabajo.

—Ucker...

—Ucker nada. No quiero verte, no quiero hablar contigo. No me interesa escucharte. Yo puedo perdonar que las personas me hagan cosas a mí, Alfonso, pero que le hagan daño a mi hermana... — pensar en Anahí lo hizo sentirse mareado, pero necesitaba arreglar esto. 

—No sabes todo lo que pasó... Pero...

—¿Pero qué Alfonso? Any casi no se recupera de esto... Duró horas temblando y llorando, con un ataque de ansiedad que la pudo haber mandado al hospital. No tienes excusa, no puedes...

—¡La vi besándose con Aarón! — Alfonso intentó no gritar, pero su voz tembló de la ira que sentía. Christopher lucía sorprendido.

—¿Qué estás diciendo? ¿Aarón? Ella... Ella no me dijo nada.

—Yo fui a su oficina tan pronto Claudia me dijo que ese... Que había llegado a buscarla, pensé que era mejor acompañarla y cuando llegué los vi besándose. Yo... Yo exploté Ucker, me dejé llevar por los celos y de pronto me consumió un odio estúpido.

—Esto... No sabía nada... De todas formas, Alfonso. Pudiste haber manejado las cosas diferentes, no lastimándola así. En especial porque ya tu sabías todo por lo que ella ha pasado. 

—Lo sé, Ucker. No tengo justificación. Creéme que lo sé y entiendo  que estés molesto porque probablemente yo me pondría igual si alguien le hace algo a Dulce — Alfonso notó como el nombre de su hermana suavizó el rostro de Christopher, esta era su oportunidad — Y es precisamente de ella de quien quiero hablarte. 

—Alfonso yo... No quiero saber nada de ella tampoco.

—Mira Ucker, ódiame todo lo que quieras, ¿sí? Ódiame el resto de tu vida, pero por favor, no la agarres contra mi hermana. Te juro que Dul no tuvo nada que ver con lo que pasó, lo único que ella intentó hacer desde el principio fue hacerme entrar en razón. Ella se preocupaba por ustedes incluso antes de conocerlos, Ucker, y cuando los conoció... Cuando te conoció...

Christopher se levantó y le dio la espalda a Alfonso. Necesitaba aclarar sus pensamientos porque en ese momento no podía pensar con claridad.

—Dulce está enamorada de ti, Ucker. De verdad. Su más grande error ha sido querer a su hermano, intentar protegerlo y ayudarlo a darse cuenta de que estaba equivocado ¿la puedes culpar por eso? — Alfonso vio cómo Christopher respiraba profundamente y se daba la vuelta para hablar con él cara a cara.

La Venganza (AyA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora