No debi enamorarme de él (EunhaeYaoi)

Capitulo 3 "Uniformes"

Narra Donghae

-Parece que alguien no durmió muy bien anoche- me dijo Yesung en cuanto me vio entrar por la puerta de empleados del restaurante.

El padre de Siwon, mi tio, me había conseguido trabajo en una de las muchas cadenas de restaurantes de comida rápida que administraba por la cuidad. Había tenido muchisima suerte de encontrarme con Yesung, un chico de mi edad, para acoplarme al lugar. Él se había convertido en un buen amigo; también conocia mi situación como tapadero de Siwon y no estaba de acuerdo con lo que hacia (me lo pasaba recordando siempre que podía).

-Sí, el novio de Siwon apareció justo cuando él estaba besuqueandose con HyukJae en el sillón de la sala.- Bostecé-, me tocó esconder a Lee en mi habitación. Creemé cuando te digo que fue la hazaña más grande que he echo en mi vida: movilizar a un borracho hasta mi dormitorio. Después de eso no pude dormir mucho, estuve intentando callar a HyukJae cuando comenzó a cantar todo el repertorio musical de Selena Gómez.

Yesung hizo el intento de no reirse, pero fracasó miserablemente cuando lo escuché una fuerte carcajada. Lo acompañe riendome también. Un tipo con HyukJae (todo un tipo rudo) No daba la impresión de escuchar esa clase de música.

-No tengo ni idea de cómo es que se las sabe- dije, ahogándome entre risas. Estuvimos bromeando a costas de HyukJae por un rato más, hasta que sooman, el puerco que mi tío había puesto como gerente apareció detrás de nosotros. Usaba un enorme traje gris con una corbata roja con rayas que no le llegaba ni al ombligo. Él tipo era más grueso que un tanque militar. Nos repasó con la mirada, intentando meter los ojos hasta por la más minima rajadura de nuestros cuerpos. Él nos obligaba a usar demigrantes uniformes de "trabajo" que apenas dejaban poco a la imaginación de lo pegados que eran. Hoy vestimos una versión, a mi parecer, de gigolos marineros. Incluso teníamos que ponernos un rídiculo sombrero de tela para complementar el atuendo. No entendia por qué de marineros: ¡el restaurante era de hamburguesas! Ni que fueran de pescado. Pero el tipo se excusaba diciendo que le gustaba ser innovador y esta era una buena forma de hacerlo.

-Niños, niños... ya es hora de trabajar- habló mientras no disimulaba viendo entre nuestras piernas. Se pasaba la mano por lo poco que le quedaba de cabello, y se absorbe constantemente el sudor de la frente con una servilleta de papel. Nos pasó, dirigiéndose hacia su diminuta oficina a hacer solo Dios sabe qué cosas porque dudaba que trabajará siquiera. Caminamos con Yesung hacia la cocina, yo tomé mi turno detrás de la caja registradora y él se ubicó en el área de autoservicio. Treinta y dos clientes después (y cientos de pensamientos intentando ser paciente), apareció frente a mí alguien a quien jamás imaginé ver en un sitio como este.

-¡Heechul!- dije en sorpresa.

Él me regaló una pequeña sonrisa. Heechul era completamente lo opuesto a HyukJae: de cabello castaño claro, ojos grandes y una apariencia elegante y pulcra. Apostaba a que si miraba sus uñas, las encontraría sin una sola partícula de suciedad. Le sonrei en respuesta, él era sin duda demasiado atractivo para alguien como Siwon.

-¿Se te ofrece algo? -pregunté mientras lo veia observando atentamente el menú detrás de mí. Negó con la cabeza.

-Queria hablar contigo, después de tu turno. ¿A qué hora puedo venir?

Mi boca se abrió en sorpresa. Por lo general no charlaba mucho con Heechul, él llegaba directo al dormitorio de Siwon, y con suerte lograría verlo a la mañana siguiente mientras nos topábamos en el baño y me daría un asentimiento de cabeza como único reconocimiento de mi existencia. Luego se iría con el rostro avergonzado y regresaría de nuevo de noche.

-Salgo a las dos.

-Bien. Te veo entonces a esa hora.

Salió del restaurante, dejando una nube de delicioso olor a su paso, lo perdí de vista una vez que atravezó las puertas.