Double Mind╹taekook╹

✒️ Capítulo 6 ⁺¹⁸

...

Mis pantalones ya estaban en mis tobillos junto con mi ropa interior y los suyos estaban en el piso, mis dedos estaban en su apretado interior, sus gemidos sobre mi oído y sus manos aferrándose a mi espalda con sus piernas enrredadas en mis caderas.

Mi mano se movió con rapidez haciendo que un fuerte gemido saliera de su boca, yo sonreí ante aquello y solo podía escuchar todo lo que estaba disfrutando.

─ Jungkook, por favor...

Su tono de súplica lo dijo todo, estaba igual o más excitado que yo, así que, saqué mis dedos y me sorprendió el como con una de sus manos tomo mi grosor y lo alineó en el, metío solo la punta y sentí como su mano volvía a mi hombro sujetándose con fuerza.

Su lloriqueo me hizo saber que aún no estaba totalmente listo algo que me hizo pensar que quizás el chico era virgen.

─ Hace cuanto no tienes sexo.

─ T~tres, tres años.

Y entonces el empujó sus caderas contra mi pelvis, yo gemí grave ante su acción, miré su rostro y pequeñas lágrimas caían de sus mejillas, lo estaba disfrutando pero le dolía.

¿Será que es masoquista?

─ Mierda, estás apretado.

─ Solo follame, házmelo como tú lo sabes hacer.

En ese momento ya no pensé en otra cosa que follarlo con ganas; tomé su trasero con fuerza y comencé a penetrar su interior. Sentía sus uñas en mi espalda, sus gemidos, lloriqueos y maldiciones sobre mi oído, algo que me calentó de sobre manera.

Devoré su cuello, lo marqué, lo bese húmedo y mordí, mis graves gemidos chocaban con su piel al igual que mis gruñidos.

El lo estaba disfrutando al igual que yo; me calentaba el ver como su cabeza se apoyaba en la pared, con sus ojos cerrados, boca entre abierta, sus manos sobre mi cabeza pidiendo por más, pero lo más caliente era que yo era el que provocaba sus acciones tan ardientes.

De un momento a otro se bajó de mis brazos, apoyo sus manos en la pared, juntó sus piernas y elevó su trasero, yo estaba sorprendido, era como si supiera cual posición era la que me gustaba.

No me podía quejar, menos cuando ladeó su cabeza para mirarme; sus ojos llorosos, labios rojos y húmedos, sus mejillas sonrojadas.

─ Hazme gemir tu nombre como si no hubiera un maldito mañana.

Okey, este chico me encanta.

Tomé sus caderas y me adentre de una sola embestida, su espalda su arqueo y movió sus caderas. Apreté estás con fuerza y comencé a penetrarlo con rudeza y rapidez, sus gemidos saliendo al aire sin importarle el cuan alto eran.

Mi boca fue a parar hacia su cuello, donde dejé nuevamente marcas en este, mis gemidos roncos chocando con su caliente piel, mis uñas enterrandose en sus caderas encantado el como disfrutaba en ser maltrado de esa manera.

─ Aah, si cariño... Sigue así.

Y otra vez pasó, pero esta vez tocaron la puerta de aquel cuarto, en ese momento tapé su boca y me quedé quieto, pero él siguió moviendo sus caderas.