viii. pistantrofobia

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Pistantrofobia: miedo a confiar en los demás debido a experiencias negativas del pasado

Narra: Arwen.

Estamos bien. Estamos bien. Estamos bien. Estamos bien. Estamos bien. Estamos bien.
Estamos bien. Estamos bien. Estamos bien. Estamos bien. Estamos bien. Estamos bien.
Estamos bien. Estamos bien. Estamos bien. Estamos bien. Estamos bien. Estamos bien.
Estamos bien. Estamos bien. Estamos bien. Estamos bien. Estamos bien. Estamos bien.
Estamos bien. Estamos bien. Estamos bien. Estamos bien. Estamos bien. Estamos bien.
Estamos bien. Estamos bien. Estamos bien. Estamos bien. Estamos bien. Estamos bien.
Estamos bien. Estamos bien. Estamos bien. Estamos bien. Estamos bien. Estamos bien.

Creo que al final todos exageramos en esta vida.

(...)

Mis pálidas piernas con cicatrices estaban apoyadas en final de la gigantesca e imponente escalera nevada que llevaba al cielo. Los hermanos me habían dicho que los esperara allí mientras ellos metían en sus propias mochilas cosas que podrían llegar a necesitar en aquella extraña y peligrosa misión.

Creo que tenía algo de miedo, involuntariamente mí pierna temblaba, pero me mentía a mí misma diciendo que era por el frio. No quería saber cómo eran los creadores de los pecados que de vez en cuando me molestaban y hacian llorar a mares.

(...)

El sentir como el de una forma u otra  me ignoraba hacía mí corazón latir de forma lastimada o desumanizada.  Y no entendía porque. Me encantaría poder leer las emociones de los demás, entenderlas, de esta manera sabría cómo actuar. Que hacer para no cometer errores con ellos.

Al arcángel mayor no lo puedo entender ni siquiera un poco. El porque nos había enviado justamente a nosotros a matar a los seres que mandaban en el subterráneo mundo llamado infierno, me aterraba. Aunque en realidad todo lo que no entendiera me daban ganas de escapar y encerrarme en mí habitación a contar ovejas.

Pero no sé cómo escapar de Vinnie.

Mí hombro rozaba con el de Reggie mientras caminabamos por el borde un imponente puente naranja, abajo nuestro había un río de corrientes mounstrosas. Ya no se podía ver nieve en ese punto, aunque si suspirabas aquel vapor blanco podría llegar aparecer. Había una espesa niebla a nuestro alrededor y la espalda de Vinnie se podía ver adelante nuestro.

Cuando había empezado el viaje, hace ya unas tres horas, el ambiente era incómodo pero por lo menos nos comunicabamos. No conocía a esos chicos rubios casi nada así que me pareció extraño la actitud repentina de Vinnie de distanciarse de nosotros. Una parte de mí pensaba tomar esta desastrosa y aterradora oportunidad para conocerlos mejor, ya que lo poco que lo había hecho me había dejado una buena imagen y hambre de seguir descubriendolos.

Pero parecía que uno de ellos ya no tenía esa intención conmigo.

Al menos estaba bastante conforme y cómoda conociendo a Reggie. Era un tanto confuso hundirme y darme tiempo en explorar a una persona tan diferente a mí. Pero me daba una sensación satisfactoria que me hacía seguir haciéndolo.

Empezaba a picar la garganta por el frío y la luna salía a saludar a los animales muertos y si estuvieran en el lapso de la vida, congelados.

Toda la situación de ese momento y el estar caminando en aquel puente anaranjado que daba la sensación de infinito hacía que sintiera el cuerpo aún más frío. Y me di cuenta del viejo dolor en mis dedos congelados recién cuando nos asentamos en una zona del bosque luego de terminar de pasar el puente. Ya con la noche sobre nosotros y balanceandonos en sus brazos. Cómo unos pequeños bebés congelados. Tal vez con mil años encima y soportando.

Ramas abrazadas estaban prendidas fuego iluminando nuestros rostros y dándonos una visión algo apretada de nuestro alrededor.

Vinnie se sentó en un tocón frente de mí y su hermano, de forma firme saco un viejo papel de su mochila desgastada y nos lo enseño mientras hablaba.

—Esta es una lista, acá vamos a ir tachando los pecados que vayamos eliminando. Creo que podriamos empezar con Magram. Es quien podría llegar a estar más cerca de este bosque. Empezar con la avaricia no nos vendría tan mal.

Su voz estaba ronca y amarga por el frío, unos rizos desarmados y enredados caían por su frente, pareciéndose de una forma u otra aún más a su hermano menor.

—Eh... Si, me parece bien. ¿Ustedes saben cómo es él?—. Respondí.

Antes de que Vinnie pudiera responder, Reggie tomo la palabra mientras armaba una imitación más débil y tambaleante de una carpa para dormir.

—No en realidad, creo que muy pocas personas saben cómo es realmente. Lo único que sabemos de el es gracias a cuentos infantiles que nos contaban de niños, y es casi nada. Según esta historia, o en realidad todas las de los pecados, ellos tienen un animal dominante; que los representa, nunca se nombra cual es pero se dice que su rostro tiene referencias a el. Y claramente sus personalidades son la inspiración a los pecados o tal vez un aproximado a estos.

—¿Quiere decir que vamos a estar en frente de un ser amante de las riquezas y un tanto egoísta, que podría torturarnos en su propia eternidad?

Reggie soltó una risa mientras sacudía sus manos,  con la carpa hecha a su lado—. Si, eso exactamente. En realidad todos lo podrían hacer... Pero bueno, son los riesgos que habría que correr, ya no hay vuelta atrás.

Ya no habia.

Asentí y me levanté del suelo, mientras me dirigía adentro de la débil tela que nos protegería aquellas noches podia escuchar cómo Vinnie, detrás mío, agarraba un cubo con agua para apagar la fogata.

Mientras menos llamaramos la atención, mejor.

(...)

El compás de nuestras tres respiración dormía en el ambiente, haciendome recordar que iba a pasar demasiado tiempo junto a dos hermanos rubios que apenas conocía y que parecía que ellos no se dejaban conocer del todo.

Yo enserio quería entenderlos mejor, pero el despertarme con la respiración agitada, sudada y abrazada por el miedo; cómo si estuviera atrapada entre sus garras, justamente en el  medio de la madrugada me demostró que no estaba preparada.

El miedo me ganaba.






vinnie hacker, los demonios de leviatán.Where stories live. Discover now