Parecerá aburrido, pero quiero aclarar que todos tenemos un propósito en la vida, aunque a veces no tengamos idea de cual sea, vamos existiendo hasta encontrarlo, siendo honestos si la vida viniera con instructivo todo sería tan fácil, nos dicen que...
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ELIZABETH
Empezar de nuevo, iniciar un nuevo proyecto resulta muy aterrorizante para muchas personas, sin embargo es algo a lo que me he acostumbrado, la vida forma parte de un constante cambio en donde cada una de tus decisiones te lleva a lugares inciertos, a personas inciertas, pero también te dejan los más increíbles momentos.
A la mañana siguiente de llegar Edgar y yo fuimos a la escuela en donde desempeñaría por un tiempo mi trabajo como maestra de idiomas y en mis ratos libres, psicóloga estudiantil.
Lo primero es algo que siempre desee hacer desde que era una niña, el pararme frente a alguien me llenaba de felicidad, darle clases a mis peluches en esos tiempos me hacía sentir capaz de lograrlo todo y ahora se que todo se puede, la psicología sin embargo es lo más noble que puede existir en el mundo, ayudar a un ser humano a salir de todo aquello que lo atormenta es un trabajo pesado, pero cuando se logra es lo más gratificante que un psicólogo puede sentir.
El colegio es sumamente grande por fuera y por dentro ni se diga, en la entrada principal una chica nos recibe con una amplia sonrisa, Edgar le menciona a qué venimos e inmediatamente nos dice que la sigamos, hasta que finalmente se detiene frente a una de las puertas color caoba que tiene una placa con el nombre de "dirección".
—Adelante. Alcanzó a escuchar la voz de un hombre al otro lado de la puerta.
La pelirroja abre inmediatamente la puerta y nos hace pasar.
—Buen día señor Russell,el señor Edgar de Goals está aquí. Pronuncia la chica una vez que el director se pone de pie detrás se su escritorio.
—Oh, claro, estaba esperándolos. Menciona el hombre que tengo delante de mí, cuando Edgar me habló del director imaginé que sería un anciano anticuado, con cara de amargado, sin embargo el hombre que tenemos enfrente es todo lo contrario, parece estar en los treintas, su cabello es un rubio cobrizo y sus ojos son azules, un azul muy intenso.—Amigo me alegra volver a verte.
Sí, mi jefe y el director Russell son amigos de la universidad, al parecer ambos estudiaron juntos, pero luego de terminar sus estudios cada uno siguió su camino, hasta hace algunos meses, que se volvieron a encontrar, Edgar le platico que es uno de los socios de Golas y a qué nos dedicamos, así que Russell le pidió que le consiguiera una maestra de idiomas porque tenía una vacante que necesitaba cubrir. Y tarán, aquí estoy yo, necesariamente obligada a venir.
—A mi también amigo, déjame presentarte a la señorita Elizabeth, ella es la chica que te comente aquel día, cubrirá perfectamente con el perfil, mientras te ayudo a conseguir a una profesora de planta.
—Mucho gusto señor Russell, Elizabeth Thompson. Digo a modo de saludo.
—Es un placer conocerla señorita Thompson, espero que se sienta a gusto en nuestras instalaciones.—saluda el hombre. —Soy el Director André Rusell, esta es mi oficina, en caso de que requiera ayuda aquí puede encontrarme, Selene, ¿Ya les mostraste las instalaciones?. Pregunta dirigiendo su atención hacia la chica que nos recibió.
