𝐔𝐧𝐢𝐜𝐨

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El cielo nocturno era algo que ella amaba, ver las estrellas y la luna en lo alto, con la fría brisa chocando contra su rostro.

Pero ahora... Lo sentía diferente.

Ella caminaba sin un rumbo específico, estaba tan metida en sus pensamientos que ni siquiera notó cuando fue que llegó a ese viejo parque.
Sin remedio se sentó en una de las tantas banquetas alumbradas por un farol, dejándose caer en el respaldar de esta mirando su tan amado cielo nocturno.

No era una linda noche.

Un recuerdo fugaz de la razón por la cual salió a las 2 de la mañana un día viernes, con solo una camiseta de manga corta en pleno invierno pasó por su mente.

Él se había casado.

Una pequeña lágrima resbaló por su rostro, ella lo limpió con rapidez y sonrio con tristeza.

— Será felíz con RyuJin...— murmuró con la intención de convencerse a sí misma.

Ese pensamiento lleva desde hace 8 años.

Desde que ella tiene memoria, puede ver los hilos rojos de cada persona a su alrededor, incluyendo el suyo.

No sabía que eran hasta que se lo preguntó a su madre, ella le quitó la duda al decirle que esos hilos unen a las almas gemelas.

¿Ella también tendría su alma gemela?

Otra duda la invadió, sin embargo, no quiso averiguarlo y continuó con su vida como si no pasara nada. Con el tiempo, a los 7 años ella ya podía lograr que los hilos desaparecieran de su campo de vista.
Le era molesto ver siempre esos hilos por todos lados, enredados entre sí por todas partes.

Pero al cumplir los 17 años e ingresar a una escuela nueva lo conoció.

Park SungHoon.

Ella llevaba una gran cantidad de libros mientras buscaba su casillero, él corría por los pasillos como un loco tratando de buscar su salón de clases. Ambos chocaron cuando querían voltear el pasillo.

¿Demasiado cliché para ser verdad? Podría ser.
Pero no les importó, pues cuando sus miradas chocaron una extraña pero linda sensación los invadió a ambos.

¿Amor a primera vista? Definitivamente.

Al principio fue solo amistad, risas y bromas pero con sentimientos de por medio. Ambos se gustaban, y mucho.
Al cabo de unos meses de conocerse más a fondo, SungHoon se lo propuso.

¿Quieres ser mi novia T/n?— los nervios lo consumían de pies a cabeza, que de no ser porque ensayó esa pregunta toda la noche anterior hubiese dicho cualquier estúpidez.

Si Hoon, sí quiero ser tu novia.— con una sonrisa aceptó, se abalanzó sobre él para abrazarlo.

Y fue en ese preciso momento que T/n notó algo importante, sus hilos estaban conectados. No podía sentirse más feliz que ahora.

Los meses pasaron con rapidez y su relación solo mejoraba, el amor que sentía T/n por SungHoon en ningún momento se desvaneció. Hasta que... Ella llegó.

Shin RyuJin, una vieja amiga de cuando ambos eran niños. Al principio T/n creyó que el reciente alejamiento de su novio había sido porque extrañaba a su mejor amiga por lo que no le tomó importancia, pensando que con el tiempo volvería a ser como antes.

Más equivocada no podía estar.

Con el tiempo SungHoon comenzó a cancelar citas, tardes de películas o simplemente salidas, los recesos se los pasaba con RyuJin olvidandose por completo de ella, ya ni sus mensajes respondía.

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𝐇𝐢𝐥𝐨𝐬 𝐑𝐨𝐭𝐨𝐬 || 𝙷𝚎𝚎𝚂𝚎𝚞𝚗𝚐 𝚢 𝚃𝚞 || 𝐎𝐧𝐞-𝐒𝐡𝐨𝐭Where stories live. Discover now