La chica que me gusta ;; lesbian

9

Avery:

Debo admitirlo, la familia de Ellie es muy divertida, en realidad, me agrada más su papá.

—Me alegra que hayas venido, Avery—me dice el Señor Winslow.

—Fue muy difícil hacer un espacio en mi agenda taaaan ocupada.

Ellie me mira y le guiño un ojo.

—Además, nunca había venido a una pijamada, así que igual es divertido conocer más a Ellie.

—Eres tan buena chica, Avery, sinceramente preferiría que fueses novia de Ellie.

Eso me hace toser el café que estaba bebiendo.

—¿Estás bien, Sally? —Ellie se acerca a mí.

Asiento, intentando recuperar mi aliento.

—N-no creo que sería una buena idea sobre lo de ser novia de Ellie, si a ella le gusta Marcus está en su total derecho de estar con él, ¿no?

Aunque realmente su hija es demasiado linda como para estar con ese patán, pienso.

—Sí, pero...

—Sally ya tiene algo de sueño —Ellie se pone de pie—, al igual que yo, así que nos iremos a dormir, buenas noches.

Ellie me jala de la mano y nos vamos de nueva cuenta a su cuarto. Noto cierto enojo en su rostro.

—Ellie... ¿estás bien?

Ella se detiene antes de entrar a su cuarto.

—¿Quieres ir a ver algo? —me pregunta en voz baja.

Eso me agarra desprevenida.

—C-claro.

Ella sigue tomándome de la mano y seguimos caminando por el pasillo hasta llegar hasta el final del pasillo. Nos detenemos momento y ella mira hacia arriba.

—¿Me puedes cargar?

Su pregunta me saca de onda un poco.

—¿Quieres que... te cargue?

Ella asiente y señala hacía arriba.

—Esa puerta da a mi sótano, y quiero mostrarte algo de allí, ¿puedes cargarme?

Dudo por un momento, pero termino accediendo.

La tomo por debajo de sus brazos y ella abre la puerta de inmediato.

—¡Listo! —dice, alegre.

Baja unas escaleras para que ella pueda subir bien, yo solamente la sigo.

—¿No te da miedo la oscuridad? —le pregunto.

—No—responde y añade—: pero me dan miedo las ratas, por eso me asomo.

O sea que aquí soy yo la miedosa.

De repente, me golpeo la frente con un pedazo de madera.

—¡Auch! —digo en voz baja.

—Perdón, no me di cuenta—me dice ella, asustada.

Rio por lo bajo.

—N-no te preocupes.

Ella sonríe, incluso en la oscuridad puedo ver su hermosa sonrisa.

Ella se detiene y volteo hacia izquierda y veo una gran ventana horizontal.

—Wow...

Puedo ver la vista de la luna demasiado claro.

—¿Lo puedes ver bien?—me pregunta Ellie.