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Hermosa porta...
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Esta la historia que nos cuenta Leandro Benítez sobre como se enamoró del dulce de leche y de un chileno que llegó a su vida sin permiso.
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"El dulce de leche me parece una poesía de gauchos, unas coplas a guitarra y bombo; me suena a tarde en familia, me sabe a besos del primer amor y se me hace al tacto como el terciopelo. Y por estas cosas y muchas más, es que amo tanto a tan simple dulce hecho con leche mezclada con esencia de vainilla."
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El primer amor suele ser uno de los más importantes en la vida de cualquiera. Sin embargo, para Leandro resulta aún más que impactante ya que, además de ser el primer amor, es el primero que tiene por una persona de su mismo género.
Ésta es la historia de Leandro y Camilo, un porteño y un chileno que residen en Córdoba para estudiar, y que tienen en común principalmente su afinidad a las cosas dulces. Ni bien ambos se conozcan, desarrollarán una amistad que pronto podría derivar en algo mucho más íntimo.
No se puede contar mucho más ya que la obra apenas cuenta con unos capítulos, recién está comenzando, pero lo que promete es maravilloso. Sus personajes son carismáticos y humanizados, por lo que será fácil empatizar con ambos. La trama es amena, va de casualidades de la vida y de las emociones que ambos jóvenes atraviesan. Por el otro lado, la narración es bastante pulida, apenas se encuentran errores ortográficos o de puntuación, y el juego entre el español neutro y las variantes lingüísticas autóctonas (español rioplatense, cordobés y chileno respectivamente) es perfecto para ambientar el escenario por el cual nos movemos.
Así pues, les recomiendo con muchas ganas que se pasen a leer esta historia, porque es una verdadera oda al amor entre dos personas y dos países vecinos. Ah, y tengan algo para tomar y comer a mano porque, con la cantidad de descripciones de delicias que hay, lo van a necesitar.
Si te gustó, no olvides compartir este trabajo en tu historia o en tu muro, a modo de agradecimiento <3 <3 <3
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