𝘊𝘢𝘱𝘪́𝘵𝘶𝘭𝘰 07

1.4K 195 3
                                    


Voldemort se sentó pensativo en su escritorio, la mente cambiando de pensamiento a pensamiento en rápida sucesión. No estaba haciendo pucheros, como Nagini lo había dicho tan elocuentemente. La serpiente todavía se estaba riendo de él desde su lugar acurrucado frente a la chimenea y Voldemort frunció el ceño.

-No veo qué es tan gracioso-. Nagini suspiró, sintiendo lo tenso que estaba su maestro. Echaba de menos los días en los que podían bromear y holgazanear.

-Estás actuando como un niño que ha perdido su juguete favorito. Estás haciendo pucheros y deprimido-. Voldemort siseó, acercándose a su escritorio para gritarle a la serpiente.

-¡No estoy haciendo pucheros!- Nagini puso los ojos en blanco lo mejor que pudo como una serpiente. Su maestro se estaba desmoronando ante sus ojos y se negaba a buscar ayuda. Se negó a hacer lo que sabía que tenía que hacer.

-Por supuesto Maestro-. Voldemort resopló, cayendo de nuevo en su silla. Sabía que Nagini tenía razón, pero eso no significaba que quisiera escucharla. Quería ser libre, o al menos creía que quería. Ahora que estaba libre no estaba seguro de lo que quería. -Tendrás que ir a él eventualmente. Ya sabes cómo deben ser las cosas.

Voldemort frunció el ceño, alejándose de su familiar. Sabía cómo se suponía que debían ser las cosas. Sabía lo que necesitaba el equilibrio, pero estaba enojado y asustado. No era como su maestro. No recordaba sus vidas pasadas como lo hacía el hombre. Cada vez era una experiencia nueva y aterradora que tenía que vivir y esta vez su maestro lo había dejado solo . Había estado solo durante tanto tiempo y de repente apareció su maestro y esperaba que la Muerte simplemente lo perdonara. No fue tan simple.

Sabía, en el fondo, que su amo no lo había dejado a propósito. Alguien había restringido su nacimiento y Voldemort se había quedado solo mientras su maestro intentaba liberarse. Pero su maestro no había dudado en abandonarlo cuando Voldemort estaba siendo difícil. Se suponía que su maestro estaría allí sin importar qué, pero en lugar de eso, había dejado a la Muerte por un guardián más joven. Su maestro ya no lo quería y ahora Voldemort tenía que vivir con eso. Vivir con su posición de Muerte arrebatada de él. Vivir con las elecciones que él y su maestro habían hecho.

Un roce de escamas suaves contra su piel hizo que Voldemort levantara la vista desde donde había estado mirando su escritorio. Nagini se había deslizado por su brazo, tratando de consolar al hombre y tarde Voldemort se dio cuenta de que estaba llorando.

-Lo siento Maestro. No quise lastimarte-. Voldemort sonrió débilmente y suavemente pasó un dedo por las suaves escamas de Nagini.

-Estoy bien, Nagini. Solo necesito hacer algo-. Voldemort se retiró a su mente, asegurándose de evitar la retorcida bola de pensamientos que componían a su maestro y, en cambio, volviéndose hacia su causa. Necesitaba hacer algo grandioso, algo que realmente captara la atención de todos.

ᚔᚔᚔᚔᚔᚔᚔᚔᚔᚔᚔᚔ

-¡Voy a matarlos a todos!- Todas las cabezas en la sala común de Slytherin se sorprendieron ante el repentino grito. Su maestro estaba parado allí, hirviendo de rabia que hizo que algunos estudiantes casi se mojaran de miedo. Draco se puso de pie lentamente, con la esperanza de evitar que su maestro hiciera algo drástico.

-¿Maestro?- Harry arrastró al rubio en un beso ardiente que dejó a Draco mareado antes de arropar al adolescente contra él, mirando a todos. Algunos estudiantes se estremecieron cuando sus ojos se posaron en ellos y una sonrisa maligna apareció en su rostro.

-Nos vamos. Si alguno de ustedes es leal, se unirá a nosotros. El castillo será tomado esta noche-. Los jadeos se extendieron por la habitación cuando los Slytherin se olvidaron del decoro y corrieron, tratando de recoger sus cosas antes de huir. Severus lo miró a los ojos a través de la conmoción y asintió antes de conducir a los de tercer año hacia el túnel que salía del castillo. Parkinson dio un paso adelante en medio del enjambre, con una mueca burlona en su rostro mientras se dirigía a los dos.

Mᴀᴇsᴛʀᴏ ᵀʳᵃᵈᵘᶜᶜⁱᵒ́ⁿWhere stories live. Discover now