5. "La cita perfecta."

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-¿Pero me amas?- le preguntó Satoru en un tono muy divertido.

-Pero que cosas dices.- le sonreía aun teniendo el cigarro entre sus labios.-Amo tu cuerpo, tu risa, tu actitud, amo sobre todo tus gemidos, tus caricias...y como darías todo por mi sin que yo no te de nada a cambio.

-¿Qué?

-Lo siento Satoru.- contestó con sonrisa Suguro.-No te amo a ti, amo eso de ti, pero amarte... no gracias.

Y sus flores caían, era doloroso, y cierto, nunca vio que Geto tuviera flores blancas en su pecho, ni un solo pétalo, ni siquiera un pétalo muerto...nunca lo amo. ¿Qué le hacia creer que Kento lo iba a amar? Sinceramente se le veía molesto cada que se lo encontraba o hablaban, era él y no ellos.

-¿Gojo, estás despierto?- la dulce voz de Shoko hizo que abriera un poco los ojos.-Que fortuna, estas bien. Fue un golpe muy duro, te desmayaste, el problema es por que.

-Por quién.- le respondió adormilado.

-Bueno tal vez eso deberías decírmelo después....

-¡Oh, Ieiri! ¡Nanami me invitó a salir!- se sonrojaba y se veía más despierto que nunca.-¿Qué le dijo? ¿A dónde iremos? ¿Crees que me de un beso tierno o será pasional?

-¡Gojo, por que no bajas un poco la voz!

-¡Tan tierno! Claro que mis encantos hicieron efecto.- hizo ojitos abriendo y cerrando rápidamente sus pestañas.-Ojalá se deje besar algo más que las mejillas.- guiño.

-¿Los labios?- una voz masculina se hizo presente.

-No, no.- sonreía Gojo.- Tal vez el cuello.

-Ah... no lo se, me dan cosquillas ahí.

-¿Cómo te van a dar cosquillas Nanami?- suspiro Gojo, claro que tardo en darse cuenta.

El rubio se tocaba el cuello como para verificar las palabras del mayor, ¿Cómo me van a dar cosquillas?  pensó. Parecía no comprender las palabras que decía el albino, como si estuviera en un extraño transe donde se protegía, pero era divertido ver como Satoru se sonrojo al momento de verlo de reojo, sonriendo con cierta culpa.

-Ay no, ya eche a perder el plan.- el albino estaba sonrojadisimo.

-No, no, esta bien. Nunca antes invite a alguien a salir, no se que hacer.

Shoko no pudo evitar sonrojarse.

-¡Satoru date cuenta que es un niño!- le murmuro.

-Tal vez, tal vez en la frente estaría bien.- se tocó la frente.-¿Estas bien Gojo-sempai?

Se cubría con la sabana blanca de una de las tantas camas en la enfermería.

-Él estará bien Nanami, por qué no te vas a descansar. Mañana podrían ponerse de acuerdo.

Este aceptó con la cabeza.

-Muchas gracias, Ieiri-sempai.- se inclino ante ella.- Mañana nos vemos, Gojo-sempai. Aunque preferiría un beso en la frente que en el cuello.- se despidió de él, claro que al final sonrió muy dulce y se fue.

-¡Dios soy un pervertido!

-Si, lo eres. Por favor, detente, Gojo no lo amas, no lo quieres, no le rompas en corazón.

Vio su pecho, aun flores negras, todavía flores negras, todavía lo amaba; por más atracción que tuviera por el rubio, tal vez era cierta preocupación de protección o tal vez lástima por él. De todos modos, Suguro hizo lo mismo ¿no?

-Al menos necesita un buen recuerdo. Será feliz en el futuro.- le respondió.-Solo, solo un beso, no pasará nada más.

-Generalmente te acuestas con ellos antes de quererlos.

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⏰ Última actualización: Apr 24, 2022 ⏰

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Con Flores. GoNana- NanaGoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora