El amanecer siempre llega (RenGiyuu)

Capítulo 13: Celos

Yoshiwara un lugar de 'intercambio social', donde se disfruta de un momento agradable en compañía de una de las más de tres mil mujeres que viven y trabajan en el barrio, un lugar de iluminación deslumbrante y de lujosos condominios que se encuentran en la calle principal, Yoshiwara el más emblemático barrio rojo del país 'El mundo flotante' difícil creer que casi toda la zona se había reducido a polvo y escombros.

El aire aún olía a cenizas y el ambiente era gris, en cualquier dirección solo se podía ver la devastación de lo que había sido un hermoso lugar, casas de té hechas trizas, jardines quemados y suelos irregulares, personas buscando sus posesiones o algo que se pudiera rescatar de entre los escombros y cristales rotos.

"Un incendio" fue lo que publicaron los diarios al día siguiente del incidente con la luna superior seis, y aunque no se pudo evitar la destrucción, la pérdida de vidas y el número de lesionados se mantuvieron al mínimo, si no hubiera sido por la rápida movilización de civiles a cargo de las esposas de Uzui se hubiera convertido en una verdadera catástrofe.

En la primer noche no hubo ningún incidente relacionado con demonios, y gracias a la información que les brindó el albino de ojos granate les facilitó el poder desplazarse, ambos pilares recorrieron las ruinas atentos ante cualquier peligro, pero solo pudieron encontrar una atmósfera sombría.

Al amanecer el primer destino de los dos pilares fue la finca mariposa, Zenitsu ya había recobrado el conocimiento, los huesos de sus piernas estaban rotos y unas cuantas lesiones más, pero nada que lo pusiera en riesgo, por otro lado Tanjiro e Inosuke estaban en un terrible estado, siendo el último el más delicado al estar al borde de la muerte, el veneno había circulado por todo su cuerpo y con una considerable pérdida de sangre al no poder detener el sangrado a tiempo.

Shinobu aún tenía prohibidas las visitas, pero al ser los tsuguko de Rengoku hizo una breve excepción, los pilares obedientemente siguieron la indicación, no querían convertirse en un estorbo y sabían que estaban en buenas manos, aunque eran muy jóvenes, prácticamente niñas, eran muy capaces.

Kyojuro escucho el aleteo de un ave, al voltear y ver a su compañero, este se encontraba rodeado por cuervos, en su cabeza como de costumbre estaba Kanzaburo, al viejo cuervo le encantaba aterrizar en la cabeza de Giyuu y de todas las personas que confundía con él, en su hombro derecho descansaba el cuervo de Tanjiro, Kyojuro no recordaba su nombre, era demasiado largo para su gusto, y en el hombro izquierdo había un kasugai desconocido, no era como si Kyojuro pudiera distinguir a todos los cuervos como lo hacía Tomioka, no obstante conocía y ubicaba a todos los cuervos de sus compañeros más cercanos.

"¿Quién es este pequeñín? Es la primera vez que lo veo." Pregunto al ver a el ave desconocida, pero al acercarse el cuervo comenzó a alterarse.

"Él es Dongurimaru, es el cuervo de Inosuke." Contestó el azabache mientras acariciaba al kasugai para calmarlo "Generalmente permanece oculto, al parecer vivió una experiencia traumática y no le gusta que se le acerquen, pero es un buen chico." Explicó.

"Ya veo, Es un gusto pequeñín, gracias por tu arduo trabajo." El rubio habló despacio para no alterar más al ave.

"Cuando despierten no duden en hacérnoslo saber." Giyuu dio un último mimo antes que ambos cuervos dejaran su hombro, por otro lado Kanzaburo parecía no tener intención de alejarse de Giyuu. Kyojuro sonrió con ternura, aunque no lo demostrara abiertamente Giyuu siempre se preocupaba por los problemas de los demás.

"Kocho dijo que por hoy nos podemos quedar en la finca mariposa." Le mencionó Rengoku a Tomioka, para ser honesto quería ir a la finca de la flama, habían pasado algunos días desde que partieron a la misión en la montaña Sagiri y ansiaba ver a su familia, sin embargo por la hora y el tiempo que tardaría en llegar, no era la mejor opción.