04- Quilmes

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Narra María Becerra:

Entro a casa lo más rápido que puedo, ya quiero que termine este día. Por qué todo tiene que ser tan difícil??

Mauro: amor, perdón, se que estuve mal...- lo interrumpo

María: sabes que vivimos de esto, de eso se trata ser famosos, no podés pretender que todos nos amen y que todo sea color de rosas. - no quiero levantar la voz pero de a poco mi tono va subiendo.

Mauro: ya sé nena, pero te juro que no me puedo controlar. No se merecen ni una pelea más nuestra.

María: eso es lo que más me preocupa Mauro, seguimos peleando por lo mismo una y otra vez.  -hablamos mientras vamos subiendo las escaleras-

Mauro: perdón amor, pero se merecía mucho más de lo que le dije..- lo interrumpo.

María: ves que no entendemos nada, ¡a quién le importa un periodista del montón! Algo va mal entre nosotros -Levando el tono y noto como se tensa cuando digo eso

María:- respiro intentando calmarme- no puede ser que no podamos aprender a resolver una discusión a la primera...

Mauro: no somos nosotros el problema, vamos a levantar 200 piedras y van a seguir saliendo tipos como este.

María: y no debería importarnos en lo más mínimo. Yo sé lo que sos vos y vos sabés lo que soy yo. Me importa una mierda el periodista. Fin del problema. - digo entrando al baño y lo dejo solo en el cuarto.

Me apoyo en el lavamanos y suspiro. Ya hablamos tantas veces de este tema. Por qué? Necesito solo esa respuesta, por qué nos pasa esto? Por qué no encontramos la solución? Odio tanto estas discusiones.

Y me odio a mi por enojarme y odio que esto nos pase. ¡Es una estupidez, hay cosas mas graves en la vida!

Me quedo perdida mirando a la nada unos minutos, reviviendo cada parte de la noche, los momentos lindos juntos, las risas con nuestros amigos, la discusión con el periodista, nuestro viaje en silencio hasta llegar a casa.. lo que dijimos..

Me miro en el espejo y como queriendo hablarme a mi misma me digo: Lo amás.. me río irónica y hasta me contesto sola: como si hiciera falta que me lo recordaras.

Suspiro y agarro todo lo necesario para desmaquillarme. Antes que nada me descalzo y empiezo la rutina tomándome mi tiempo, me cepillos los dientes y por último acomodo mi pelo.

La verdad es que odio desenojarme tan rápido. Entro a la habitación esperando encontrarlo con esa cara de perrito mojado que pone para que lo perdone, pero no hay nadie.

Me asomo en el baño del pasillo y también está vacío. Mierda.

Todas las luces están apagadas, bajo las escaleras casi corriendo, atravieso el pasillo, todo está en silencio.

Llego al living y lo veo en jogging, sin remera y jugando con los gatos. Me vuelve al alma al cuerpo.

María: pensé que te habías enojado y te habías ido. - admito acerándome

Mauro: como me voy a ir, mi amor..- pasa una mano por mi cintura y me acerca a él- vine a buscar agua y Pinki se puso a perseguir mi pie como un loco.

María: muy bien bebé- digo acariciando el gato y ambos nos reímos.

Mauro: de verdad lo siento, hermosa, no quería que termináramos mal la noche. - dice dándome un beso en el abdomen.

María: y yo no quería gritar pero los nervios... toda la situación.. -un poco nerviosa intento explicarme pero me calla tumbando para sentarme sobre sus piernas.

Ángel [María Becerra & Lit killah]Where stories live. Discover now