-Capítulo 2-

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Silencio.

Song Yu miró alrededor de la habitación vacía. Cuando confirmó que por fin estaba solo, un suspiro de alivio se le escapó de los labios.

No sabía si el hombre no se había tragado su maravillosa actuación o qué, pero de repente llamó a un anciano médico y Song Yu sintió el fin acercarse.

Afortunadamente, el médico no lo deliberó mucho antes de creerle a medias; en la impresión de Song Yu, parecía no haber notado nada extraño.

Song Yu los vio marcharse y rezó para que su pequeño teatro no se desmoronara.

Al terminar de rezar, Song Yu comenzó a escanear la habitación.

La habitación podía considerarse de tamaño mediano; no demasiado pequeña para sentirse apretada, pero tampoco demasiado amplia para sentirse exagerada.

Los muebles estaban hechos de una madera clara con buen aspecto, aunque como persona moderna, Song Yu había visto cosas mejores.

Song Yu analizó cada patrón de la habitación; desde el pequeño sillón debajo del alero de la ventana, hasta la pequeña mesa de té en una esquina de la habitación.

Al recorrer esta mesa, los ojos de Song Yu se detuvieron.

Sobre la mesa, una figura alargada revestida de cuero sobresalía. Tenía una empuñadura plateada que brillaba con luz fría bajo el sol ardiente.

Song Yu contuvo la respiración.

Era una espada, una espada de verdad.

Los ojos ligeramente expuestos por la máscara negra parecieron iluminarse y llenarse de estrellas destellantes.

Solo Dios sabía lo fanático que era sobre las artes marciales, esgrima o todo lo que tuviera que ver con espadas en general.

Antes del fin del mundo, Song Yu practicó esgrima por un tiempo, pero rápidamente tuvo que dejarlo debido a problemas económicos. Pero su obsesión por las espadas seguía ahí.

Más tarde, después de convertirse en un despertado del departamento de sonido, conoció a un tipo del departamento de oro. Song Yu todavía recuerda la envidia que lo carcomió al ver como el hombre transformaba sus dos brazos en afiladas espadas, mientras que él, impotente, solo podía reventarle los tímpanos a los monstruos.

Así que cuando vio una presunta espada, se olvidó del estado de su cuerpo y su primer pensamiento fue tocarla.

Cuando su cuerpo abandonó la cama, todo su peso se apoyó en su mitad inferior y sus piernas, aparentemente hechas de gelatina, no pudieron evitar flaquear haciéndolo caer en el acto.

Al sentir cómo se acercaba más y más al suelo, el pánico lo invadió. Cerró los ojos con fuerza y esperó el impacto cercano.

Cuando Chang Wenxing entró a la habitación, esta escena cayó en sus ojos.

Se apresuró y antes de que Song Yu se estampará contra el piso, lo atrapó.

Todo el cuerpo de Song Yu cayó en los brazos del hombre.

Debido a la urgencia del momento, Chang Wenxing solo pensó en evitar su caída y no calculó nada más.

Como resultado, el agarre de Chang Wenxing no fue realmente firme y el cuerpo de Song Yu que parecía un fideo cosido en exceso, se deslizó liberándose del agarre.

Al ver como se resbalaba, Chang Wenxing lo sostuvo rápidamente sin calcular mucho y estabilizó la postura de Song Yu para que pudiera pararse correctamente.

Luego de cerrar los ojos, Song Yu sintió cómo era atraído a unos fuertes brazos. Sin embargo, antes de que pudiera deleitarse con la musculatura, el agarre se soltó y volvió a caer lentamente.

El hermano del protagonista Donde viven las historias. Descúbrelo ahora