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Me levante sobresaltado al sentir el agua helada chocar contra mi piel, cuando abrí los ojos lo primero que ví fue a Ricardo quien sostenía un cubo vacío

— Levántate mocoso — Ordenó para luego dejar el cubo vacío en el suelo y tomar otro lleno

Se hacerco a la cama de Alejandro y echo el cubo de agua helada sobre el, mi hermano se levantó sobre saltado y dió un pequeño grito por lo fría del agua y los pequeños cubos de hielo que chocaron con su piel. Ricardo sonrio al verle para luego salir de la habitación y cerrar la puerta con fuerza, Alejandro rápidamente se quitó su camisa empapada dejando ver su torso lleno de moretones algunos más recientes que otros, imite su acción quitando mi camisa, al igual que el tenía el torso lleno de moretones, pero los míos eran menos

— Ve a ducharte — me ordenó levantándose de la cama mientras hacía una mueca

— Ale...

— Estoy bien, ve a ducharte — Dijo con una sonrisa

Obedecí y me levanté de la cama para dirigirme al baño, pero antes de entrar di una mirada a mi hermano, quien miraba las marcas de mordidas que había en sus brazos, suspiré y entre al baño. Cuando termine de ducharme salí del baño encontrandome con Alejandro quitando las mantas de la cama ya que estaban empapadas

— Mamá hizo el desayuno, así que no puedo darte de comer hoy — Dijo sin mirarme pero en su voz se notaba tristeza

— No importa, Ale — Dije con una sonrisa

Mi hermano terminó de quitar las mantas para luego entrar al baño a darse una ducha. Me quedé sentado en el suelo de la habitación mirando la pared como si fuera lo más interesante del mundo, estaban algo dañadas con agujeros y la pintura algo caída, reaccióne cuando escuche la puerta de la habitación abrirse, rápidamente me levante, cuando la puerta terminó de abrirse pude ver el rostro de mamá

— Mati, avísale a Alejandro que su padre no podrá venir por ustedes hoy — aviso y yo le mire confundido

— ¿Por qué? — pregunté y ella suspiro

— Tuvo un problema y no podrá venir hoy — dijo y pude ver molestia en ella

— Está bien

Mamá estaba por hablar pero en eso Ricardo entro a la habitación, baje la mirada rápidamente sin querer mirarlo

— ¿Cuando vendrán por ellos? — pregunto y mamá suspiro

— No podrá venir hoy — respondio

— Ni siquiera tu padre los quiere

- Ricardo...

— ¿Qué?, Solo le digo la verdad. Si los quiere, ¿Por qué los dejo?

— ¡Basta! — dije con los ojos cristalinos

— ¿Qué? — pregunto mientras se hacercaba a mi — hazle un favor al mundo y desaparece. Sara hizo ese favor ¿Por qué tú no?

Escuchar ese nombre salir de sus labios me hizo enojar demaciado, apreté mis puños mientras sentía como las lágrimas corrían por mis mejillas, levanté la cabeza y Vi a mamá quien tenía los ojos llenos de lágrimas sin caer. En ese momento la puerta del baño se abrió dejando ver a Alejandro quien tenía El cabello mojado y solo vestía un shorts, los ojos de mi hermano estaban igual que los de mamá, por lo que supuse que había escuchado, Ale se hacerco y quedó frente a Ricardo

— Nunca vuelvas a mencionar su nombre — dijo con la voz rota

— ¿O qué? — pregunto con una sonrisa

Segunda Oportunidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora