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Jaebeom estaba muriendo de hambre.

No había bebido sangre en una semana y sentía como si fuera a disolverse en la nada.

Caminó por la calle, tirando de su chaqueta negra más cerca de su pecho. El frío viento otoñal sopló a través de su cabello y sacudió una hoja seca que se había posado.

Miró por encima del hombro, siempre suspicaz, antes de doblar por un callejón. Llegó a una puerta con un cartel de "NO ENTRAR". Lo ignoró por completo y abrió la puerta para ingresar. Bajó con dificultad un tramo de escaleras que conducía a una habitación, un club en concreto.

Era conocido simplemente como "The haunt".

Vampiros de todo el pueblo venían para beber sangre en cualquier momento. Así es, sangre humana fresca. ¿Cómo llegaron los humanos allí? Vinieron voluntariamente.

Los humanos no estaban aterrorizados por la idea de los vampiros, tendían a disfrutar del subidón de que les chuparan la sangre. Después de la primera alimentación, tendían a desear más, casi como drogadictos. Fue entonces cuando fueron dirigidos hacia The haunt.

Jaebeom se quitó la chaqueta de cuero negro que vestía mientras miraba alrededor de la habitación. Un pequeño bar en la esquina, cabinas y mesas esparcidas alrededor, y hacia la pared del fondo se colgaban grandes cortinas rojas, creando un ambiente más privado detrás de ellas.

Asintió a otro vampiro que había visto antes y caminó hacia el bar.

—Whisky con hielo, por favor —dijo golpeando el mostrador.

El cantinero asintió y sirvió su bebida. Una vez que tuvo su vaso en la mano, se puso a deambular por la habitación olfateando el aire. Podía oler a un par de humanos pero había muchos más vampiros en la habitación. Se acercó a una de las cortinas altas y se puso en fila.

Si los vampiros no hubieran creado un sistema organizado, sería un caos. Estos estarían constantemente tirando de los humanos, luchando contra sus pares para robarles las presas. Esperar en fila e ir uno a uno parecía lo más fácil. Esperó pacientemente sorbiendo su bebida mientras miraba al suelo, evitando el contacto visual.

Finalmente, el vampiro salió de detrás de la cortina y le asintió con la cabeza para indicarle que era su turno. Dio un trago a su bebida y dejó su vaso en una mesa cercana. Caminó hacia adelante abriendo la cortina y cerrándola rápidamente detrás.

—¡Hola! —una voz susurró alegremente. Jaebeom parpadeó y vio al hombre en el suelo, recostado en grandes almohadas rojas. —Bienvenido, ¿listo para una bebida? —preguntó inclinando su cabeza hacia atrás exponiendo su piel.

Ante esto, tragó saliva con nerviosismo. Había bebido de humanos en The haunt varias veces, pero esta vez, era diferente.

Lo primero que notó fueron los brillantes ojos chocolate que lo miraban entre párpados semicerrados. Vestía una camiseta negra de manga larga y unos jeans azules. Se encontraba completamente extendido, mientras jugaba con su flequillo.

Este chico es muy sexy.

Jaebeom sintió una opresión en la boca del estómago y tuvo que sacudirse la sensación.

—Uhm, seguro —dijo caminando hacia adelante. —¿Tu nombre?

—¿Importa? —preguntó inclinando su cabeza. —¿No quieres solo chupar mi sangre? —se lamió los labios seductoramente.

De pronto, sintió que la sangre se acumulaba en su entrepierna.

—Me gusta saber el nombre de la persona, antes de empezar a... chupar su sangre —explicó tímidamente.

Ambrosía [Bnior/JJP]Where stories live. Discover now