La Verdad Oculta

Especial 1. La Verdad Que Permanecerá Oculta

“...Este juzgado Encuentra a la señorita Gabriel N culpable por el cargo de estafa múltiple y la condena a cadena perpetua con libertad condicional en 10 años si se observa buena conducta...”

Estás fueron las palabras que el juez pronunció para terminar la vida de la chica que por querer tenerlo todo se quedó sin nada. Lo único que hacía era recordar el pasado.
Odiaba a Fluke desde la universidad. Ella había crecido con unos padres drogadictos y no soportaba ver a ese chico ganar siempre. No amaba a Ohm, amaba su dinero y todo lo que la familia del sujeto podría ofrecerle.

Nunca se imaginó que la verdad oculta saldría a la luz y la enterraría por completo.

Trataba de llevar la fiesta en paz con todas las mujeres que cumplían su condena porque esperaba salir libre e irse del país. Era difícil porque estaba pagando por todo el daño que había hecho, algunas veces dormía en la enfermería debido a las golpizas que recibía.

Nunca pudieron obtener la ubicación donde ella enviaba el dinero que había obtenido de Automotriz Sipon. Nunca lo dijo. No había nadie que pudiera sacarle la información. No hasta que una persona que ella nunca espero se presentó.

—no me gusta recibir visitas— Gabriel no reconoció a la mujer sentada frente a ella

—tampoco a mi me gusta visitar este lugar, pero no me dejaron opción— la mujer sentada del otro lado del cristal observaba a la joven

—solo debes decirme dónde tienes el dinero de mi familia, por favor—

La menor se negó a dar esa información. Era su decisión no hablar sobre el tema. Pero tampoco comprendía por qué la mujer la observaba tanto.

—¿Quiénes son tus familiares?—

—no tengo por qué darte esa explicación—

—Descuida, ahora sé dónde puedo encontrarlo—

—No entiendo nada— Gabriel se mostró sorprendida ante las palabras de la mujer que estaba sentada frente a ella

—es muy tarde para que lo sepas y probablemente si te lo digo me odies más. Pero al ver tus ojos y escuchar tus palabras puedo  deducir de quién eres hija. No necesitas decirme más.

La madre de Fluke Thitiwat salió del presidio. Lo único en lo que podía pensar.

—Chat, ayúdame y llévame a este lugar—

Antes de llegar al lugar donde vivía Gabriel, la mujer pidió a Saint por llamada que solicitara la revocación de libertad condicional. Había robado a su familia y ahora no iba a permitir que saliera.

En otros tiempos hubiera pedido que se le diera el perdón, pero no había un lazo emocional, ni mucho menos, Gabriel sabía quién era la persona que tuvo en frente.

Era mejor que esa verdad se quedara enterrada para siempre.

Llegaron al apartamento de Gabriel. Era un lugar pequeño perteneciente a alguien del pasado que no es necesario mencionar, podía entrar porque conocía el lugar y la gente la conocía a ella.

Revisaron el lugar y así como hacía esa persona, encontraron los documentos que ella había preparado para salir del país en cuanto le dieran libertad condicional.

—planeaba escapar— Chat miraba a la madre de su socio mientras ella observaba el lugar

—ya no lo hará...—

Mientras tanto Gabriel fue llamada a la oficina de la capitán para hacer la notificación de que se había revocado la posibilidad de libertad condicional. Dado que no había revelado el destino del dinero que había sustraído.

Y aunque ésta vez lo quiso hacer, ya era tarde.

Nunca saldría del lugar....