Jessica

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—Así que has optado por una vida normal en los suburbios de Japón.

—¡...!

—Oh, Ellen querida, no hace falta intentar decapitar a tu sucesora.

Ellen Mira Mathers había sido encontrada. Su espada de luz estaba siendo detenida por otra espada semejante, pero de color carmesí intenso. Su dueña no era otra que su antigua colega, Jessica Bailey, quien logró ingresar a su hogar sin que se diera cuenta.

Retrocedió dando un salto atrás procurando mantener su distancia de la actual comandante de AST.

—¿A qué has venido? —cuestionó Ellen mientras dejaba liberar un poco de su territorio.

—Vine a buscando al joven Itsuka Shidou, pero me sorprendo al verte usando sus camisas y durmiendo en su cama.

Jessica le encantaba burlarse de sus oponentes cuando la oportunidad se le presentaba. No le importaba mucho si se trataba de Ellen u otro mago de la organización, simplemente lo haría hasta sentirse satisfecha.

—Te pido que te vayas de este hogar ahora mismo.

—Oh, Ellen, Ellen; ¿Cómo puedes pedirme algo como eso? ¡Es de mala educación no tratar bien a tus invitados!

—Tú no eres bienvenida.

Había algo en la mirada de Jessica que la estaba perturbando. Ella no era la única en la casa, también se encontraba Yoshino. Le pareció extraño que la pequeña no viniera a ver que sucedía.

—Si piensas en la pequeña ratita, bueno, yo me iría rápido al hospital.

—¡¿Qué le hiciste a Yoshino?! —exclamó Ellen elevando aún más su territorio.

—Hey, calma, solo digo que debes llevarla para que le pongan ese muñeco en su brazo.

Por primera vez en mucho tiempo la maga más poderosa del mundo tenía miedo.

Ike ya sabía de su paradero. Conocía sus rutinas y también debía saber ya sobre los espíritus que viven a lado de la residencia Itsuka. Sus ojos pronto se enfocaron en el bolso Chanel que traía Jessica. Era de color rojo muy intenso y de él goteaba...

—Sangre...

—Te dije que deben ponerle ese muñeco... Junto a su muñeca.

El horror se apoderó de la rubia tan pronto la mano de Jessica se adentró en el bolso. Los segundos eran eternos, pero cuando observó lo que traía consigo no pudo más.

—¡¿Por qué lo hiciste?!

—Dios. Que gritona te has vuelto.

—¡¿Por qué le hiciste daño?!

Una sonrisa macabra se dibujó en el rostro de la pelirroja. Su mano derecha sostenía al títere de Yoshinon, pero no solo era el títere, era toda la mano de la cual escurría sangre.

Por primera vez en mucho tiempo la maga más poderosa del mundo se sentía impotente.

Cada gota que caía al suelo lograban aumentar sus náuseas. El agarre de su espada se vio comprometido y antes de darse cuenta, su espada terminó en suelo acompañada de la mano cercenada de la niña que le seguía a todas partes.

—Bueno, ya me retiro—comentó Jessica mientras pasaba de largo la escena—. Por cierto, ese chico Shidou se ve que es lindo, yo...

—¡Ya cállate!

—¡...!

La pelirroja no pudo preveer un arrebato de ira tan grande por parte de Ellen.

—¡¿Qué...?!

Nuestra Nueva Historia De Amor (Shidou X Ellen)Where stories live. Discover now