La Ceremonia de Inauguración

3 0 0
                                    

A Lillie le despertaron los gritos de la muchedumbre de aficionados al Desafío de los Gimnasios. Se vistió antes de salir de su habitación y dejó todo ordenado. Cuando regresó a recepción lo primero que vió fue a Adrián, ya levantado, cambiado y más que despierto.

-Tremenda bulla están haciendo ahí afuera-dijo Adrián cuando vió a Lillie.

-También buenos días-respondió la rubia-¿Tu crees que hayan cámaras?-preguntó arreglándose y sacudiendo su falda.

-No te preocupes por eso dijo Adrián-te vez hermosa tal y como estás. Mejor vayamos al estadio para prepararnos antes de la ceremonia.

Lillie asintió y ambos salieron del hotel. Afuera, en efecto, había varias personas y cámaras de televisión grabando a cada aspirante que salía de la puerta.

-Aquí vemos a otro par de entrenadores yendo hacía el estadio para la gran Ceremonia de Inauguración que se iniciará dentro de diez minutos-esta oración de una reportera alertó a Adrián y Lillie los cuales corrieron hacía la puerta del Estadio de Ciudad Pistón.

El lugar estaba más atiborrado en comparación con el día anterior, varios entrenadores iban y salían de distintas partes, hablaban entre sí y algunas estaban petrificadas de los nervios.

Lillie y Adrián se acercaron a la recepción donde el mismo sujeto del día pasado los atendió-Adrián Troy y Lillie Aether ¿Verdad?

-Sí, así es-respondió Adrián.

-Perfecto-dijo el sujeto corpulento-Les informó que todos los aspirantes deben lucir el uniforme reglamentario en los actos y encuentros oficiales del desafío de los gimnasios. Por favor, diríjase a los vestidores de la antesala donde encontraran sus uniformes

Adrián y Lillie asintieron y fueron hacía uno de los pasillos donde un cartel indicaba que–

-Los vestidores de hombres es por halla y el de mujeres por acá-aclaró el encargado de la recepción señalando a dos lugares distintos con sus dedos.

-Oh claro---Afirmó Lillie sonrojada

-Sí, sí. Tiene sentido-apoyó Adrián al sujeto mirando abajo con vergüenza.

Adrián se despidió de Lillie y fue al vestidor de hombres. Poco a poco el pasillo se hacía más corto y se encontró con la puerta de los vestidores.

Lillie, ya en los vestidores, encontró un locker con el número 140 y fue directo hacía este para abrirlo y sacar el uniforme a rayas verticales con el logo de la Liga en la parte frontal y el número 140 en la parte de atrás.

El short de Adrián tenía el número 3 grabado en una de sus piernas como en la parte de atrás. Ambas prendas estaban decoradas con franjas azules y rojas que, aunque eran colores muy opuestos se veían decentes en el uniforme.

Muchas entrenadoras entraron al vestidor. A Lillie, ya vestida, le temblaban las piernas mientras escuchaba los vitoreos de los aficionados que estaban sentados en las tribunas del estadio.

-¡Damas y caballeros!-se escuchó una opaca voz masculina desde los vestidores.

Afuera, un hombre que oscilaba entre los 20 y 30 años les hablaba a los espectadores como si fuera una especie de presentador. El hombre era rubio y de ojos verdes, vestía una chaqueta blanca sobre una camisa roja ajustando su corbata negra.

-¡Soy Oliver, el presidente de la Liga Pokémon y fundador de Solaris Energy!-decía Oliver dirigiéndose a los espectadores que no cesaban sus gritos-¡Ha llegado el gran momento! ¡Se que la espera ha sido larga, por lo que es un placer para mí anunciar que ha llegado a su fin!

El Vaticinio de La Negra NocheWhere stories live. Discover now