『Capítulo 5』

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"Pensamientos"
Narra
—Habla—
Recuerdos
  

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Narrador Pov:

—Rubiuh— dijo adormiladamente Mangel mientras levantaba su cabeza de la de su amigo— Hey, ya hemo' llegao'— insistió sacudiéndolo de los hombros.

—Si... si. Ya te había escuchado— murmuró aún más adormilado el albino rascándose los ojos, despegándose del hombro de su amigo.

Karmaland era pequeño pueblo ubicado a varios kilómetros de lo que sería la ciudad en donde Rubius y Mangel se habían criado. Allí, además de ser un lugar lleno de aventuras e interesantes personas, también se encontraba la escuela número 1 en educación y entrenamiento para jóvenes héroes: la U.K.

Con apuro, y sin previo aviso para los demás pasajeros, ambos estudiantes bajaron del tren a toda marcha, pudiendo admirar finalmente el pueblo en donde vivirían de ahora en adelante. En cada esquina que veían ninguna sonrisa faltaba en la cara de los habitantes, mostrando así que eran muy amigables con las nuevas personas que se molestaban en visitar sus pequeñas tierras.

—Aquí estaban. Por fin los encontramos— dijo contenta la voz de una persona haciendo que ambos chicos dejaran de ver el ambiente para concentrarse en ella.

—¡Chino!— dijo enseguida Rubius tirando el equipaje de una de sus manos para poder abrazarlo.

—¡Bienvenido a Karmaland, Rub!— dijo igual de contento el mayor recibiendo gustoso el abrazo— Vine con Vegetta, pero no se en dónde se metió— comentó viendo a los alrededores— Bueno, mejor para nosotros, así pasamos más tiempo juntos— dijo esperanzadamente bajando un poco la voz.

—Que guarro que puedes llegar a ser, chaval— dijo la persona de quien Willy estaba hablando sorprendiéndolo de sobremanera.

—Vegettita, mi amol, ¿te dijeron lo lindo que estás hoy?— preguntó chistosamente Guillermo, separándose de Rubius en el acto, mientras giraba sobre sus talones quedando cara a cara con su mejor amigo.

—Dioses míos— murmuró el de puntiagudos cabellos mirando hacia el cielo.

—¡Vegettita!— exclamó Rubius abrazando a este también— Cuánto tiempo— confesó dramáticamente.

—Solo fueron unos meses, Doblas— dijo con una sonrisa Vegetta aceptando el abrazo.

—Parecieron años— dijo en el mismo tono de dramatismo.

De pronto, un carraspeo de garganta se escuchó en el ambiente haciendo que el trio enfoque su atención en el causante de dicho sonido.

—Ah, por poco me olvido, chicos, les quiero presentar a Mangel. Mangel, ellos son mis amigos de los que te conté, Vegetta y Willy— dijo viendo esta vez a su amigo, tomándolo finalmente en cuenta.

—Bienvenido a Karmaland, Mangel, espero que te vayas a sentir cómodo— dijo Vegetta dándole un apretón de manos al de lentes, un muy buen ejemplo de como alguien debe de presentarse.

—Gracias, seguro que lo estaré— afirmó Mangel con una sonrisa.

Luego de recibir a los nuevos integrantes del pequeño pueblo, los autonombrados guías, decidieron darles un tour por este para mostrales su futuro hogar de ahora en adelante. Primero recorrieron los puestos, conociendo a los comerciantes de camino, y luego siguieron con las casas de los habitantes.

—Este es el corazón del pueblo. Aquí está la iglesia, la cafetería, la heladería y el banco, entre otros lugares— explicó Willy mientras pasaba y señalaba dichas construcciones— Y la cereza del pastel de este recorrido... la mejor de las mejores escuelas... ¡la U.K!— presentó con ánimo a su anterior academia mientras paraban justo en frente del portón que protegía a esta.

—Su próxima escuela después del finde semana— siguió Vegetta con una sonrisa— Les va a encantar, se los aseguramos— dijo pensando también en Willy.

—De eso estamos seguros— dijo Mangel confiado.

Como última parada del recorrido, ambos héroes decidieron guiar a los nuevos ciudadanos a su nuevo hogar. Al llegar a este, analizaron la casa con detalle. Era una construcción blanca, moderna, de dos pisos de alto, con una hermosa vista al pueblo.

—¿Qué les parece?— Vegetta los miró, atento a sus reacciones— Con cada estudiante nuevo, el pueblo construye casas para que su estadía sea más reconfortante. Este año, quisieron probar un diseño nuevo y algo moderno— explicó, refiriéndose a la casa.

—Es preciosa tío— dijo Mangel, impresionado.

—¿Y entonces que están esperando? Vayan a explorar su nuevo hogar— insistió Willy con una sonrisa.

Ambos jóvenes acataron lo dicho por el héroe enseguida y, siendo seguidos por sus "guías", pasaron por la puerta de madera y entraron a la vivienda.

La casa era muy espaciosa por dentro, tal vez por el hecho de que aún no tenga tantos muebles, pero contenía lo necesario. En el segundo piso habían un par de muebles más que en la planta baja, ya que allí se encontraban todas las habitaciones.

—En la planta de arriba están las habitaciones— dijo Vegetta— Ya están todas amuebladas, si llegan a necesitar algo más, no duden en decirnos— informó, feliz.

—No sabemos cómo les podemos agradecer a ustedes, y al pueblo— dijo Mangel, aún conmocionado.

—No es necesario— dijo, como siempre, el modesto Vegetta— Por el momento nos vamos a ir, se está haciendo tarde y queremos que estén bien descansados para mañana. En esa heladera hay todo lo que necesitan para que puedan prepararse una buena cena.

Y antes de que pudieran notarlo, los mayores ya estaban cruzando la puerta de madera mientras se despedían con un saludo y se retiraban mientras la cerraban, dejando a los dos amigos en esa casa.

—¡Ostras chaval, mira todo lo que hay en esta heladera!— Rubius exclamó desde la cocina, sorprendiendo a su acompañante— Tenemos comida para todo un año— exageró.

—¿Un año? Más bien una semana, contando con tu apetito de 10 personas— agregó Mangel.

—Para mantener este hermoso cuerpo, Mangel, hay que alimentarlo bien— dijo Rubius al mismo tiempo que sacaba todo lo necesario para preparar unas hamburguesas— ¿Hamburguesas?— preguntó, esperanzado de escuchar una respuesta positiva, mientras movía sus orejas y cola de oso levemente.

Mangel solo suspiró, sabiendo que su amigo era un fanático de tal comida, y dijo un claro "Sí" que alegró a Rubius. El de lentes se puso contento al ver como el mitad oso preparaba todo con entusiasmo, era imposible negarle algo a Rubius.

Su primer momento en Karmaland y ya les estaba yendo de maravilla.

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¡Hola hola! Menoto-San aquí 👏🐊.

¿Corto? Lo sé, pero, ¡no me culpen! Acabo de salir de un horrible, ¡pero horrible!, bloqueo creativo (tanto en el dibujo como en la escritura) y apenas me estoy recuperando.

Cambiando de tema, ¿les está gustanto Karmaland V? ¡Pues a mí me encanta! Es muy divertido con Quackity, Illojuan y Staxx. Illojuan, sobre todo, con sus intentos de trampas hacia los otros integrantes xd.

¿Desearían que los agregue también en esta historia?

¡Háganmelo saber en los comentarios!

Y bueno sin nada más que decir, nos leeremos luego, MATA NE★

My Karma Academy (Karmaland AU)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt