6. Lagrimas del ayer

198 44 11
                                    

Win entro junto a Bright apenas las enfermeras lo dejaron solo, tomo su rostro y mientras lloraba le pedía que no lo dejara, que siguiera junto a él, que luchara para que su amor no terminara de esa manera, era tan difícil verlo en ese estado, ver que en algún momento pasaría algo que de verdad no quería, las lágrimas mojaban el pecho descubierto de Bright mientras intentaba ser controlado por aquellas máquinas para que sus latidos recuperaran la normalidad.

Win había perdido la cuenta de las veces que le suplicaba a Bright para que no lo dejará, pero aun así no se cansaría, sabía que él podía escucharlo y seguiría dándole ánimos para que el siguiera luchando, su historia no podía terminar así, ellos merecían un final feliz.

—Joven por favor retírese — dijo el doctor tomando a Win por los brazos retirándolo de la camilla.

—Doctor por favor sálvelo — dijo con desesperación — No quiero que se muera por favor — sollozo.

El doctor evitaba los comentarios que Win hacía solo trataba de tomar el pulso de Bright, pero con el castaño dentro de la habitación era imposible poder revisarlo con la concentración que el caso precisaba — No se joven por el momento le pido por favor que se retire — pidió mirándolo a los ojos mientras con su mano mostraba la puerta.

—No él me necesita a su lado por favor — hablo con desesperación — Él debe de saber que yo estoy aquí — sollozo.

—Enfermera por favor retírelo — dijo el doctor regresando su vista a Bright.

La enfermera tomó al castaño de los brazos y comenzó a llevarlo para atrás llegando hasta la puerta — No por favor déjenme salvar a mi esposo — dijo llorando con fuerza — Devuélvanmelo por favor no lo dejen ir — pedía con un llanto demasiado grande.

Win avanzo hasta la sala donde había sido celebrada su boda encontrándose con sus padres, la madre del menor reconoció esa mirada con dolor y supo rápidamente que todo estaba mal, él castaño abrazo con fuerza a su madre mientras lloraba, no quería que Bright lo dejará solo, no quería perderlo, el era su luz y no quería que se apagará.

—Mamá — sollozo — Si algo le llega a pasar a Bright yo me muero — cerro los ojos con fuerza.

—No — tomó el rostro de su hijo obligando a mirarla — Tú no te vas a morir porque a Bright no le pasará nada confía en eso cariño tranquilo — volvió a abrazarlo con fuerza.

Win no sabía que más hacer, rogaba miles de veces para que a su esposo lograran estabilizarlo, lloraba con mucha desesperación, detrás del vidrio de la habitación pedía para que los doctores lograran sanarlo ¿Acaso era justo tener que ver al amor de su vida en una camilla mientras sus latidos se perdían poco a poco? Se sentía demasiado inútil al no poder estar ahí junto a él, de no poder darle ánimo para que siguiera luchando por su vida, por la vida que les esperaba como esposos, nunca estaría preparado para perderlo.

Pasó aproximadamente 30 minutos desde que Bright fue regresado a su habitación hasta que salió el médico con un poco de preocupación en la mirada, Win se alertó de la salida del médico y rápidamente corrió a preguntar por la salud de su esposo.

—No ha superado la crisis pero acaba de despertar — dijo con un poco de tranquilidad — Y necesita verlo.

Win puso los ojos en blanco, estaba asustado por la manera en la que el doctor lo expreso, pero vería a Bright y suplicaría que siguiera luchando, no podía abandonarlo, la vida no podía hacerle eso ¿verdad?, apenas entro vio a su pelinegro muy decaído tratando de respirar, sus ojos estaban cerrados y aquella máquina no dejaba de hacer sonidos lentos mostrando que el corazón de Bright no estaba funcionando como debería.

La Foto de Carnet│BrightWin (En edición)Where stories live. Discover now