Psicópata 🐰🐢 [2WON] ✔✔

Capítulo 9

Cada sesión con Hoseok terminaba temprano, y el tiempo restante lo pasaba hablando, riendo y sintiéndose atraído por el criminal. Hyungwon sabía que debería alejarse, cortar cualquier vínculo que estuvieran desarrollando, pero no podía evitarlo. Hoseok era cálido y divertido, y le revolvía las entrañas de una manera que Eunwoo nunca pudo.

Cuando se acababa el tiempo, Hoseok le guiñaba un ojo y desaparecía por la puerta. Tan pronto como se cerraba tras él, una frialdad se expandía en el pecho de Hyungwon. Tenía que esperar siete días antes de que pudieran volver a hablar.

En casa pensaba en Hoseok, se tocaba con el nombre de Hoseok en sus labios y veía la televisión imaginando que Hoseok estaba sentado, viendo los mismos programas dentro de la prisión. Lee Hoseok se estaba apoderando lentamente de su vida y de su corazón en el proceso.

Necesitaba distanciarse, y cuando Gahyeon irrumpió en la habitación y lo invitó a salir de la ciudad, dijo que sí antes de que su cerebro lo registrara.

—¿De verdad?

Hyungwon asintió con entusiasmo. —Eso dije.

—Estás soltero y listo para relacionarte.

—Yo no iría tan lejos.

—Genial, seremos ocho.

Hyungwon levantó una ceja. —¿Quiénes somos nosotros?

—Algunos de los guardias, el médico y el personal de la cantina. Será divertido.

—¿Parezco el tipo de chico al que le gusta divertirse?

Gahyeon se inclinó hacia delante y le pellizcó la mejilla. —Pareces el tipo de chico que lo necesita.

Ella agitó sus pestañas y sacó su labio inferior. Incluso logró tambalearse como si estuviera a punto de llorar.

—Está bien, cuenta conmigo. ¿Dónde debemos vernos?

—¡Sí! —gritó ella, golpeando su hombro—. La operación para que Hyungwon se acueste con alguien está en marcha.

Él gimió y dejó caer su cabeza entre sus manos. —¿A qué diablos he accedido?

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La idea de diversión de Gahyeon consistía en beber trago tras trago de whisky. Al principio, Hyungwon se resistió, pero luego cedió para que el tiempo pasara más rápido. El alcohol hizo que los demás quisieran levantarse y bailar, pero cuanto más bebía Hyungwon, más se apretaba contra su silla y se desplomaba.

—Entonces —dijo Gahyeon arrastrando las palabras—, si tuvieras que elegir un prisionero para acostarte con él, ¿quién sería?

El whisky ya había provocado que la temperatura de Hyungwon subiera, pero se puso aún más caliente cuando pensó en Hoseok y su ajustado chaleco blanco. Hoseok y sus ojos intensos. Con cada sesión se sentía más cómodo en su presencia y se sentía familiar, como un viejo amigo. Uno que anhelaba pero que no tenía la confianza para invitar a salir.

—Ninguno de ellos.

Gahyeon se rio y se inclinó sobre la mesa. —No digas eso.

—¿A quién elegirías?

—A Hyunwoo.

Hyungwon abrió mucho los ojos. —Hyunwoo, ¿hablabas en serio?

—Sí, todo grande y abrazable.

—Como un oso —murmuró Hyungwon.

—Exactamente. ¿Y qué me dices de ti?

Se mordió el labio, sin saber si responder. Luego suspiró y murmuró—: Hoseok.