PAUSADO #3 Mío, por contrato (Trilogía Jackson Creek)

Prólogo🐴

Bienvenid@s a la última historia de la trilogía Jackson Creek!

Espero que me acompañéis nuevamente en este viaje😉

Ahora, a leer!

Hace 9 años...

-No se puede confiar en el corazón de un hombre, Summer. -le recordó Tanyka Brown por tercera vez en la mañana mientras prendía uno de sus cigarrillos de menta. -Ya lo dice mi abuela.

-¿Es que tú también crees que no le gusto a TJ? -le preguntó. Tanyka echó el humo de su cigarrillo a un lado y la miró con esos ojos oscuros advirtiéndole que no siguiera por ese camino. -¿No es eso lo que estás diciendo?

Summer se sentía un tanto confusa con las palabras de Tanyka, o con lo que ella pretendía expresar valiéndose de la experiencia de su abuela y hasta de la suya propia, por lo que la chica tomó asiento sobre un viejo barril de cerveza y se dispuso a analizar la conclusión a la que había llegado la abuela Brown. ¿Sería cierto lo que decía? Que el corazón de un hombre era tan misterioso como el de una mujer, y sería un pecado creer en su simpleza. Summer no estaba segura. Precisamente, para eso había venido hasta esta tienda de comestibles en la que trabajaba la única persona a la que podía confiar cualquier pensamiento, o incluso su secreto más íntimo porque sabía que nunca se atrevería a revelarlo al mundo. Tanyka Brown era 15 años mayor que ella, de carácter confiable y enérgico a la que ningún obstáculo conseguía debilitar, aunque lo que realmente la unía a esta mujer era el hecho de que hubiese cuidado de ella desde que apenas tenía unos meses de vida. De hecho, Summer no tenía ni un sólo recuerdo en el que Tanyka no hubiera estado presente, sobre todo, desde que su madre decidió que brindarle su propio cariño era un trabajo demasiado pesado y agotador.

Lo suficiente como para haberse convertido en un personaje secundario en la historia de su vida.

-Te estoy diciendo que no se puede confiar en lo que un hombre siente y, al mismo tiempo, expresa por la boca. -le explicó. Pero Summer seguía sin entender absolutamente nada de lo que estaba diciendo, o lo que pretendía decir. -Y, mucho menos, en el corazón de un adolescente.

-Yo también soy una adolescente.

-Las chicas maduramos más rápido que los chicos, Summer. -replicó Tanyka.

-Entonces, le confieso lo que siento o no.

Tanyka colocó una de sus manos sobre su hombro en señal de apoyo.

-Esa es una decisión que debes tomar tú. -respondió. Tanyka le había repetido hasta la saciedad que abrirle el corazón a alguien implicaba riesgos, pero que esa no era razón suficiente para contener los sentimientos. -Sin embargo, Summ, una siempre debe estar a la altura no sólo de un SÍ sino también de un NO. ¿O qué sería del mundo sin el corazón roto de una chica? -le preguntó. Ella se echó a reír, a pesar de que sus palabras hubiesen abierto la puerta a otra sección de sus miedos de la que no quería ni oír hablar. -¿Lo has pensado alguna vez?

-No, no lo he hecho. -respondió ella poniéndose en pie al ver en su reloj que eran las cinco de la tarde y el partido de rugby estaba a punto de empezar. -Será mejor que me vaya o llegaré tarde. ¡Deséame suerte!

-¡Suerte, chica!

-¡Tanyka!

Tanyka se giró una vez más antes de cruzar las puertas de la tienda de comestibles.

-Sé que le gusto. -reveló.

-Pase lo que pase, estaré aquí. -le aseguró.

Summer lo sabía.