La ex de oikawa- Ushijima Wakatoshi

Capitulo 3- deja vu

POV Ushijima

Oikawa se quedó sentado con Hajime hablando de todo un poco.
Entre eso hablaron de su novia y no pude evitar escuchar.

Habían empezado a salir cuando ella tenía 17 y oikawa había empezado a jugar en Argentina.
Empezó porque ella quería aprender su saque flotado, el le enseñó y ahí se enamoraron.

Los dos se complementan bien y sacan lo mejor del otro.
Admito que estoy un tanto celoso, pero me alegro de que se hagan bien mutuamente.

"Mira, ahí está" le dijo a Iwaizumi, señalando a Chiemi.

Era una chica de ojos celestes con el pelo rubio, casi blanco teñido. Era la más baja de su equipo y tenía todas las curvas marcadas. Capitana de su equipo y usaba el 1.
Era hermosa.

Venía sonriendo y casi saltando. En la pantalla grande aparecieron sus estadísticas. Tenía 19 años y media 163. Además era valorada como la segunda mejor colocadora del mundo. Tercera en el ranking de hombres y mujeres.

"La mejor colocadora de Japón" dijo la capitana japonesa.
"Disculpa?" Respondió Atsumu, ofendido.

"Bueno, la segunda si contamos a Oikawa" dijo hinata Natsu con un tono burlesco.

Kageyama empezó a hervir también.

"Fuera de bromas es verdad" habló de nuevo su capitana "esta generación de jugadoras femeninas se caracterizó por tener 3 jugadoras mejores que cualquier hombre, yendo al unísono con los mejores"

"Quienes son?" Pregunto aran, quien casi nunca hablaba pero la verdad que lo que planteaban era interesante.

"Bueno, la primera es Chiemi Minami, colocadora y capitana Argentina"

Oikawa sonrió y se le llenó el pecho de orgullo.

"La segunda es Ashley Moore, rematadora y capitana de Estados Unidos"
"La tercera pero mejor de todas es Clara Carvalho, colocadora y capitana de Brasil"

"Ella y Chiemi son como perro y gato. Son rivales antes de que nacieran" dijo Oikawa con un pocky en la boca que Iwaizumi le trajo.

"Juega bien" dijo Kageyama.

"No juega bien, es la mejor" respondió oikawa.

No se supone que Chiemi es su novia? Por qué adularía a otra mujer que no es ella?
No la conozco, pero me pone de mal humor que tenga a una chica como ella al lado y diga esas cosas. No le da el valor que se merece.

En fin, el partido estaba por comenzar. No se como pensaban ganarle a un equipo masculino. Después de todo los hombres siempre ganamos por ventaja física.

En un abrir y cerrar de ojos, Argentina iba 15-4.

Chiemi era increíble. Colocaba pelotas inimaginables desde todos los ángulos. Nunca había visto algo así.
Todos estábamos impresionados, algunos aterrados.
Ecuador tenía un nivel semejante al nuestro y ellas hacían lo que querían.

Había mucha sinergia, parecían piezas de ajedrez movidas por su colocadora. Siempre estaban bien posicionadas y encontraban la ventaja.

Supongo que el fuerte de Chiemi era la lectura más que lo físico, porque quieras o no medía 1,63, tenía desventaja ante los demás.

Justo cuando dije eso, me demostró cuan equivocado estaba.

Recibió al ras del piso una pelota de un remate de la estrella ecuatoriana. Probablemente una potencia similar a la mía o a la de Bokuto. La levantó a la perfección en lo que parecía ser un remate a dos toques, ya que la rematadora ya estaba lista.
Cuando todos pensamos que la rematadora haría el punto, colocó para la esquina izquierda.
Chiemi remató con la zurda y pasó entre 2 bloqueadores de 2 metros.
Era increíble. Tenía una técnica perfecta para todo. Recibía como libero, bloqueaba como central.
Remataba como nosotros.

"Vieron eso? Se lo enseñé yo!"
Casi respondiendo mis pensamientos, nuestro compañero brasileño Nicolas Romero llegó a la cancha y nos saludó con su energía de siempre.

Según lo que me contó Kageyama, después de la muerte de Kento, Chiemi quedó a cargo de Nicolás, quien era prácticamente su padre desde entonces.
El era mejor amigo de su mamá y compañero de su padre en los schweiden.

"Me recuerda bastante a él" dijo uno de nuestros entrenadores, refiriéndose a Kento.

Kento fue, hasta el día de su muerte, uno de los mejores rematadores de Japón. Todos lo conocíamos y lo admirábamos desde pequeños. Su muerte golpeó a cualquier jugador de volleyball en el mundo.
Fue una de las únicas veces que lloré. Además de ser mi ídolo era mi senpai, teníamos una relación muy cercana.
Si yo me siento así, no quiero imaginarme cómo se sentirá ella.