Capítulo Único

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¿Arrepentimiento? Solo de una cosa, de no poder volver a ver su sonrisa...

Como cocinero y comandante de la cuarta división de Barba blanca, yo, Thatch de las espadas gemelas, tenía muy poco tiempo para mi mismo. Tenía que alimentar a toda una tripulación de hambrientos piratas, tenía que completar las misiones que Padre nos daba, y me divertía, no lo niego, sin embargo, a veces deseaba poder tener más tiempo para mi... Para buscar lo que tanto había anhelado por mucho tiempo: Amor.

Fui ciego, no notaba que ese joven de rubios cabellos se fijaba en mi, pensaba que solo era amable por su corta edad, pero resulta ser que él sentía lo mismo que yo por el, esa cosquillas en el estómago que te hace sonreír y ruborizar cuando está cerca. Si tan solo lo hubiera notado antes y no hubiera desperdiciado tanto tiempo... Pero no me arrepiento, todo fue perfecto tal como pasó.

-Thatch, ¿Qué haces, yoi? - El joven sonriente, con habilidades de una fruta del diablo que le permitían transformarse en fénix, fue hacia mi volando y le extendí mi brazo para que se pudiera sentar ahí, tomó mi mano. Sonrió.

-Pensaba, ¿Tu?- Conteste sonriendo, era imposible no hacerlo cuando lo veía tan feliz, hacía a mí corazón danzar.

-Nada. ¿En qué piensas? - Acarició mi rostro, no había nadie cerca, nadie que nos pudiera ver, el barco era nuestro y podía demostrarme su cariño sin avergonzarse.

-En lo lindo que eres. - Acomodé mi cabello, aquel día no lo había peinado y el aire me despeinada más de lo que ya estaba. Él se sonrojó.

-T-thatch... Idiota, no digas eso...Yoi - Llevo su otra mano a su rostro para que no pudiera ver su lindo sonrojo, pero ya era tarde, solo pude sonreír ante su tierna reacción.

-Eres un encanto. - Metí mi mano al bolsillo de mi pantalón y sonreí mirándolo, al mismo tiempo que acariciaba su mano y él me sonreía dulcemente y con un leve carmín encendiendose a velocidad moderada en sus preciosas mejillas.

-¿Aunque sea medio pajaro, yoi? - Sonrió mientras movía sus pies que en ese momento eran garras de fénix.

-Aunque seas medio pajaro. - Rei un poco.

-¿Aunque tenga plumas, yoi? - Su cola azul se encendió pero no me quemó, curó una herida que tenía en mi brazo.

-Aunque tengas plumas.

-Aunque...

Pose mi dedo índice sobre sus labios para detener su cuestionario y le sonreí, a traje mi brazo hacia mí mismo e hice que se bajara de él, haciendo que se parara frente a mí; Apenas era un poco más bajo que yo pero yo lo veía pequeño. Le sonreí.

-Eres un encanto sin importar qué, me da igual lo que seas, te quiero por quien eres, no por cómo eres. - Acaricie su mejilla y este se puso de puntitas para poder darme un beso en los labios, sonreí y me agache para rozar los suyos.

Esa llama azulada se prendió en mi una vez más, es chico me hacía sentir lo que ninguna mujer pudo, ¿Amor? Quizás por fin lo había encontrado.

-¿Qué hacen? - Interrumpiendo llegó Marshall, era un buen chico pero siempre tenía que hacer eso de interrumpir nuestros momentos.

-Teach...- Marco se ruborizo y se separó de mi poniendo una mano en su rostro y una en mi pecho, mano que termine tomando sonriendo por su actitud. - ¿Qué haces aquí, yoi?

-Pues todos estan abajo divirtiéndose en la playa, no los vi, y vine a buscarlos. Se me hace raro que estén solos en el barco en la noche, es aburrido. - Se encogió de hombros. Marco siempre me dijo que era un entrometido, yo pensaba que no tenía malas intenciones.

La sonrisa de mi fénix (One-shot)  (Thatch x Marco) Where stories live. Discover now