Capítulo 8

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–¿Puedes llevártelo ya?, por favor Tenko... No lo soporto más –Shoto hablaba por teléfono, Touya lo veía desde la barra con claro enojo– ¡Nos puso a cantar la familia Madrigal en la escuela!, y una de mis compañeras ahora no para de preguntar por él... ¡Ya sé!... No, se lo tomo bastante bien, hasta le sonríe cada vez que la ve... No creo que sea tan id...

–¡Bueno ya, ¿no?! –Touya tomo el teléfono con recelo, lo llevo a su oído y escucho del otro lado como Tenko peleaba con Izuku– ¿Tenko?

–Ese mismo...

–¿Cómo está la agencia?

–Todo bien, nada nuevo. Atrapamos a uno de esos tipos traficantes, ¿no ves las noticias?

–No, he intentado descansar de todo eso.

–Si me lo contó Shoto.

–No le hagas caso, creo que tomo uno de mis cigarros.

–Creí que lo habías dejado.

–Solo cuando estoy en servicio –una pausa se hizo entre ambos, simplemente escuchando sus respiraciones– ¿quieres venir a cenar?

–Claro, estaré ahí en dos horas.

–De acuerdo –colgó el teléfono y vio a su menor con los ojos entrecerrados– ¿por qué le dijiste todo eso?

–Porque es la verdad, ya no vayas a la UA –el chico lo vio con los labios abultados– ¿vendrá?

–Si, va a venir a cenar –Touya hizo una pausa viendo a los ojos a su hermano, descubriendo el por qué no quería que fuera a su escuela– ¿por qué no invitas a tu amigo "bombitas"?

–¿Puedo?

–Ajá... Pero tu lavaras todo.

–Trato.

Touya se dedicó a cocinar la comida preferida de cada uno, conocía a Shoto y a Tenko bastante bien, para la comida del cenizo le pregunto a Shoto y preparó también lo que más le gustaba. Natsuo llegaría más tarde junto con Fuyumi así que sus respectivos alimentos los dejo en la nevera para cuando llegasen.

2

–Buenas noches.

El primero en llegar fue el de ojos carmesí, Shoto salió casi corriendo a recibirle cosa que capto la atención de Touya al instante, más tarde llegó Tenko, esta vez fue el turno del albino el salir a recibirlo como un perro a su dueño.

Comieron entre pequeñas charlas, Touya se dedicó a hacerle un mini interrogatorio a Bakugo, recibiendo miradas llenas de recelo de su hermano menor y algunas de fastidio de parte de Tenko. Si bien el cenizo respondía cada una de esas preguntas, era más que obvio que sabia el por qué Touya hacia aquello, aunque parecía no importarle y respondía con sinceridad y algo de enojo en su voz. Shoto simplemente suspiraba con fastidio y comía en silencio charlando un poco con el de cabellos celestes.

Cuando la cena termino el rubio volvió a su hogar, claro que no sin antes intercambiar algunas palabras con Shoto en la puerta.

–No me agrada tu amigo.

–A mi no me agradas tú y mira... aquí estamos –Touya hizo un puchero tumbándose en el sofá, Shimura no pudo contener una sonrisa burlesca– ¿Cómo lo aguantas?

–No lo hago, solo lo ignoró –nuevamente el albino se removió en su asiento– yo me quedo con él.

–Hasta mañana –dicho aquello, el bicolor subió a su habitación encerrándose en esta.

–Eres cruel.

–Yo no soy el que interrogo al interés amoroso de su hermano menor –Touya se pegó al menor recargando la cabeza en su hombro.

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