¡FELIZ CUMPLEAÑOS LUFFY!

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-Antes de que Luffy empezará a vestir de chica

Cuando los rayos del sol brillan en su rostro suave pero incómodamente abre sus ojos, ayer debido a que las actividades del consejo acabaron más tarde de lo usual se le permitió a los miembros llegar más tarde a sus clases, su entrada inicial de las 6:00am reemplazada a las 8:30, por supuesto el moreno no iba a desaprovechar su oportunidad de dormir más.

Se levantó perezosamente antes de dirigir su mirada al despertador, verificando que aún no sea muy tarde.

8:00am... Parpadeó 8:01am... Restregó sus ojos 8:01am...

Rápidamente y dándose cuenta de que estaba solo en la casa, se levantó tirando las cobijas por doquier, saco su ropa escolar, tomó una toalla del armario y cuando iba a salir de su cuarto para ir a bañarse un enorme ladrillo atravesó su ventana rompiendola a pedazos, detuvo su carrera para ducharse y corrió hacia la ventana ahora rota, abrió las cortinas y sin pensarlo mucho pateo al tipo que planeaba colarse a su casa a través del cuarto, lo típico de cada mañana.

Genial ahora tendría que colocar botellas rotas en los bordes para evitar que la gente se cuele.

Suspiro molesto cuando vio como el hombre yacía en un charco de sangre, probablemente estaba bien luego de caer de un tercer piso, Luffy puede hacerlo, Luffy es como un gato, ¡Después de todo los gatos eran geniales, siempre caían de pie, porque él no! (No lo va intentar, al menos no por ahora, no es como si realmente creyera que es un rarito que se cree medio gato).

Ignorando el intento de hurto, esta vez sí salió de su cuarto, atravesó el pasillo y entró de golpe al baño, cerró la puerta tras de sí antes de sacarse la ropa y tirarla igual que sus sábanas, abrió la ducha, estirando su pierna bajo el agua contó hasta tres y metió de golpe el resto de su cuerpo, temblando por el frío.

En si no tardó mucho en cambiarse y bañarse, no tenía tiempo para dedicarse a peinarse o ponerse la corbata y planchar la camisa; el pantalón y la camisa era más que suficiente para él.

Al salir del apartamento, con su ventana con trampas mortales para ratas, corrió a través de las bolsas de basura, vagabundos y hombres durmiendo con su cerebro afuera  literalmente, parecían estar muy cómodos, cualquiera lo estaría con la tranquilidad de su barrio.

Definitivamente estaban bien.

Corrió con el bolso golpeando su espalda baja, cuando dejó su departamento verifico que eran las 8:37am por lo que ya iba tarde.

Mientras corría esquivo un tiroteo, nada de que preocuparse, de hecho gracias a el consiguió un atajo a la escuela.

Al llegar a Syrup tomó un taxi que lo llevaría directamente a su colegio.

En el transcurso del viaje notó como las calles se llenaban de pancartas, globos, y letreros.

Lo había olvidado, era 5 de mayo, el día de los niños, todos lados era con temática a eso, no había nada que no invitará a la emoción de los más pequeños.

Un día donde los más inocentes pueden disfrutar hasta tarde y sin límites, disfrazándose si lo desean, comiendo dulces y riendo, y por consiguiente el día de su cumpleaños.

Nunca lo había celebrado realmente, cuando era bebé sus padres simplemente lo abandonaron en Gray terminal, y aunque hace un año conoció a su padre y abuelo no tenían buena relación.

Su cumpleaños era un día donde si o si habría celebraciones, el único día que Luffy vio que hasta la terminal respetaba.

Era un día para  disfrutar de la alegría de aquellos pequeños que simplemente se sentían libres y dueños del día, Luffy nunca fue especial en su cumpleaños, nunca nadie lo celebrò o le dio algún regalo, ni siquiera un feliz cumpleaños, al principio le hacía sentir envidia del resto de niños, que a diferencia de él y de las complicaciones que presentaba el vertedero muchos de ellos tenían a sus padres, adultos que los protegiera y tratarán de alegrarlos el 5 de mayo y sus cumpleaños.

Luffy CAT BOYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora