[0015; Thinking]

945 101 32
                                    

15. Pensamientos.

Siendo totalmente honesto, jamás creyó sentirse de esa manera. Todo parecía ser más pesado que antes, y lo peor, al menos para él, es que sus pensamientos habían aumentado en gran escala.

Goku no eran un hombre que pensara demasiado. Y aquello no era por falta de inteligencia precisamente. Su mente muchas veces se hundía en el pensar, en las batallas, en los enemigos, en lo que en su momento fue peligroso. Todo lo que él pensara, giraba en torno a las cosas malas que podían importunar su vida y la de su familia, de las personas que ama, del mundo en el que vivía.

En la actualidad no habían amenazas. No había peligro, no había enemigos. No había razón aparente para sentir todo lo que estaba sintiendo...

Aunque...

Sí, realmente sí. En su vida si existía una razón para estar pensando como lo estaba haciendo. Había una sola razón que lo mantenía alerta, que le quitaba el sueño, y esa razón no se trataba de alguien a quien pudiera destruir, y eso solo empeoraba las cosas. Goku ya no necesitaba incrementar su fuerza, ni entrenar hasta que sus huesos se rompieran. Goku ya no necesitaba nada de eso, porque ni siquiera había un enemigo a quien enfrentarse.

Porque Milk no era su enemiga. Era su esposa, y era justamente quien le tenía la mente hecha un lío.

Sabía que era su culpa, que él fue el responsable de la situación en la que ambos se encontraban ahora. Tal vez subestimó su relación con ella, el amor que Milk sentía hacia él, hacia la vida que llevaban juntos. Quería enmendar todos sus errores, quería hacer todo lo que antes no hizo; pero temía... Goku, como nunca antes, sentía miedo, terror de que fuera demasiado tarde. Porque nunca antes lo fue, ni en el peor de los momentos fue demasiado tarde. Pero... ¿Ahora podría serlo?

Esas tres palabras simples ya no le permitían dormir en paz. Pasaba sus noches en vela, tendido en ese horrible sofá del demonio mientras las horas transcurrían ante sus ojos sin detener su curso. Poco a poco en su rostro se comenzaban a ver las consecuencias de noches enteras sin dormir. Las ojeras bajo su rostro comenzaban a ser tan notorias como preocupantes.

—¿Qué ocurre, papá? —Gohan ha estado notando desde la lejanía como el comportamiento de su padre ha cambiado con los días. Habla menos, su apetito sigue siendo el mismo, pero su personalidad luce cada vez más y más apagada. No oye su risa hace tanto tiempo que comienza a olvidarla, y aquello no ocurrió jamás, ni cuando estuvo ausente esos siete años debido a su muerte.

Goku observa el río ante sus ojos. El agua corre tan cristalina y relajante, pero aún así siente que su mundo cae a pedazos. Ni siquiera el paisaje soleado, ni el bosque que tantas veces fue su refugio, lograban darle un poco de calma a la tormenta que se desataba dentro de su cabeza.

Un suspiro cargado de emociones brota desde lo más profundo de su garganta. Se siente cansada físicamente, pero el cansancio mental es mucho mayor. Él puede forzar a que su cuerpo siga, a que sus pies lo sostengan cuanto tiempo quiera, pero no puede batallar contra sus propios pensamientos, y son ellos quienes hoy en día se ríen de él, se burlan, le reprochan todo lo que por años no hizo, y que hoy comienza a perder.

—Solo es cansancio —murmura con un aire cansado.

Gohan toma asiento a su lado. Apoya ambas manos sobre el césped y así es como sostiene su peso mientras sus ojos navegan entre lo lindo que hay frente a él. Definitivamente vivir en las montañas tenía muchas cosas buenas, el paisaje por supuesto era una de ellas, pero él, siendo ahora un adulto, sabía que no estaba ahí para perderse en la tranquilidad del río. Muchísimo menos con su padre al lado, que ahora más que nunca parecía un muerto viviente.

Seven years later┊GoChiWhere stories live. Discover now