𝐌𝐞 𝐩𝐞𝐫𝐭𝐞𝐧𝐞𝐜𝐞𝐬 • ᴋᴏᴋᴏɴᴜɪ •

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𓏲 Tal vez en esos momentos no fue el mejor reencuentro pero las palabras de aquella tarde fueron más que suficiente para que inupi sepa que está vez KoKo si iba enserio, claro, el aún tenía sus dudas, pocas pero las tenía.
Paso tan solo una semana desde aquel encuentro y las cosas iban un poco mejor, inupi salía al mirador o se la pasaba regando las flores o el jardín de algunas verduras y frutas o simplemente se iba a dormir a la mesedora que se encontraba en la entrada de la casa.

— Inupi — llamo el peli-negro cuando llegó al jardín.

— Dime — Giro a ver al mayor — ¿¡ Qué te hiciste !? — dijo sorprendido al ver su nuevo estilo

— Decidí cortarlo y volver a tenerlo negro, dime, ¿ Te gusta ? — sonrió nervioso

Seishu seguía sin creerlo, aún que viéndolo bien no le quedaba del todo mal ese corté.

— Se ve bien aún que es raro ... — dijo serio

— Bueno, entonces me lo dejaré crecer otra vez — respondió

— No pienses que dije que no me gustó, por qué se te ve bien, pero es tu cabello has lo que quieras — regreso su vista a las plantas

Koko no dijo nada y solo se adentro a la casa para preparar algo de comer, saco algunas cosas del refrigerador y vio su reflejo en la puerta de este, su cabello era corto y liso, le llegaba debajo de la oreja, su cabello negro le quedaba mejor que el blanco y hacia lucir mejor el corte ya que tenia su típica rapada en la cien.

— Entonces ¿ Fue un si o un no?  — llevo las cosas a la barra y comenzó a preparar la comida

Al terminar de preparar la comida llamo a Inupi para que esté comiera con el, ambos comieron dejando de lado el nuevo corte de koko y comenzaron a hablar de cómo inupi se acostumbra a su nueva rutina en la casa.

— ¿ Quieres hacer algo hoy ? — dijo el peli-negro mientras recogía la mesa

— ¿ Quieres hacer algo tu ? — lo miro con algo de aburrimiento

— Lo que quieras hacer tu — sonrió levemente

— Pues planeaba dormir — bostezo — si quieres puedes dormir conmigo pero tú en el piso — se levantó de la mesa y camino con pereza hasta su habitación que quedaba en el segundo piso de la casa

— Mh ... — lo miro extrañado — No a cambiado mucho ... Se acostumbra rápido a los cambios gracias a su actitud de que todo le da igual — dijo en su mente

Al terminar de recojer la mesa fue arriba, se puso algo cómodo y fue con inupi a su habitación, se adentro algo apenado aún que fingía que no miro a inupi quien miraba el techo aburrido.

— ¿Por qué tú cuarto tiene tele y la mía no ? — dijo inupi cuando esté se posicionó cerca de la cama

— No pensé que te gustaría tener tele, luego la dejas encendida — respondió

— Pero el sonido me entretiene — suspiro

— entonces vamos a mi habitación a ver la tele — lo tomo de la mano y lo llevo hasta su habitación