Sultan Mehmed "El cruel" 6/?

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Sultan Mehmed "El verdadero conquistador", "El cruel", "El magnifico", "El valiente", esos eran los apodos que resonaban por cada rincón del imperio otomano, pues su sultán, ya habia conquistado mas de 30 provincias en 15 años, poco a poco expandía el dominio del imperio.

Buda, Armenia, Tripolí, Georgia, Muscat, Irak, Malta, Venecia, Napoles, Sicilia, Republica de Genova, Dalmacia, Chipre, Nicosia, Famagusta, Moscú, Crimea, Túnez, Azerbaiyan, Tiflis, Croacia, Sisak, eran algunos de los lugares que ya habían caído bajo el yugo de los otomanos, el sultán había llevado la justicia de Allah hasta allá, castigando a los infieles con ejecución, sin ningun perdón.

"No hay perdon, porque mi nombre es Mehmed, el Sultan del mundo, el unico capaz de destruir a cualquier ejercito, el mas temido, el sultan cruel".

Topkapi, 16 de noviembre de 1559.


Mehmed y Selim habían regresado al palacio después de su ultima conquista, habían invadido Austria, logrando anexarla al imperio otomano.

Esta bien podría considerarse la época dorada del imperio, Mehmed estaba logrando expandirlo mucho mas de lo que todos hubiesen imaginado, había superado por completo a sus antepasados.

— Padre. — Melek fue la primera en recibirlo.

— Melek, mi angel, has crecido demasiado. — el sultan besó su frente, para después acariciar su mejilla. — Eres tan parecida a tu madre.

La joven sonrió al escucharlo, todo el mundo repetía lo mismo, pero ella ni siquiera la recordaba, debía agradecer la mezquita que su padre le había construido, en donde habían decenas de pinturas de ella, solo así pudo saber como era.

— Tio Selim. — ella lo abrazó, mientras el la miraba con un atisbo de melancolía, pues era como volver a ver a la dulce Hasret en ella.

— Melek, la sultana con rostro de ángel. — el sonrió. — ¿Porque no estas con los demas?

— He escapado para recibirlos antes. — ella sonrió. — La sultana Hürrem seguro estará molesta.

— Oh, definitivamente lo estará. — Mehmed sonrió, yendo hasta los aposentos de su madre.

— Mi leon. — Hürrem abrazó a su hijo al verlo. — Gracias a Allah que los ha traído con bien.

— Madre, Allah nos guio y nos hizo victoriosos nuevamente. — Mehmed sonrió, mirando a la sultana Şahrazad a su lado, esa mujer que se había convertido en una segunda madre para el.

— Mi heroe victorioso, doy gracias a Allah por tenerte de vuelta. — ella besó su mano sonriendo.

— Estoy feliz de verla también sultana. — el sonrió.

Sus hermanas repitieron la misma acción, besando su mano y recordándole lo mucho que lo habían extrañado.

— Padre. — Osman besó su mano.

— Mi león, has crecido demasiado. — sonrió.

— He cumplido con mi promesa padre, he cuidado a mis hermanas. — el sonrió.

— No lo dudo hijo mio. — sonrió. — Ahmed, mi valiente príncipe.

— Padre, he mejorado con la espada, nadie puede vencerme, soy el mejor guerrero del palacio. — el joven sonrió.

— ¿Escuchaste eso Selim? — Mehmed sonrió mirando a su hermano, quien sonreía por las palabras de su sobrino. — Tienes un contrincante aquí.

— Estoy seguro que es así. — el pelirrojo sonrió.

— Padre. — Ayşe besó su mano sonriendo.

— Cielo de mi vida. — el besó su frente.

— Padre, he rezado a Allah por su regreso a salvo, estoy agradecida de que esté de vuelta. — Hümaşah sonrió, besando su mano.

— Mi sol, también agradezco a Allah por permitirme estar nuevamente con ustedes.

— Padre. — Aysun se lanzó a abrazarlo. — Lo he extrañado mucho.

— También te extrañe mi rayo de luna. — sonrió abrazándola también.

Todos disfrutaron de una cena en familia después de eso, hasta que la noche cayó y Mehmed se encontraba solo en sus aposentos.

"Oh mi amada Hasret, te he visto hoy en los ojos de nuestros hijos, todos tienen algo de ti, incluso aquellos a quienes no trajiste al mundo.

Osman y Ahmed son valientes y decididos, ambos protegen y cuidan a sus hermanas con fiereza, Ayşe es fuerte y bondadosa como tu lo eras, Hümaşah es suave y agradable, Aysun, cada vez que sonrie me recuerda a ti, tiene tu bella sonrisa y Melek, ella es quien mas me recuerda a ti, sus ojos son los tuyos, su cabello y su voz me recuerdan completamente a ti, es tan parecida a ti, que me asusta amarla mas que a nuestros demás hijos.

Se que no te escribía desde hace mucho tiempo, he estado fuera, hemos conseguido conquistar Austria, nuevamente hemos resultado victoriosos amor mio.

Te extraño cada día mas, con amor 'tu principe Mehmed'."

Mehmed terminó de escribir esa pequeña carta y la guardó en un baúl junto a las demás, había hecho lo mismo por años, le escribía a Hasret contándole todo lo que sucedía y después guardaba las cartas en un baúl con su nombre, aun escribía bajo el nombre de príncipe Mehmed, pues creía que si firmaba como el sultán, no sería digno, había hecho muchas atrocidades bajo ese titulo, atrocidades que estaba seguro Hasret jamas aceptaría.

Suspiró cansado cuando escuchó leves toques en la puerta y daba permiso de entrar.

— Su majestad. — una mujer entró en los aposentos. — La sultana madre me ha enviado con usted.

La mandíbula del sultan se desencajó al escucharla, la joven era hermosa, ella era sin duda toda una belleza.



¡Gracias por leer!❤

Sultan Mehmed "El Cruel"Where stories live. Discover now