Una Invocación Demoníaca

One

Advertencia:ninguno de los animes o imágenes me pertenecen:créditos a sus correspondientes creadores.

En el vacío aparentemente blanquecino, donde los alrededores parecían ser abstractos e invisibles, ahí permanecía en soledad.

Él no movió un músculo, sólo se dedicó a ver su entorno tan extenso y solitario por el rabillo de sus ojos, no mostrando demasiada impresión ante la peculiar situación.

Estaba acostumbrándose a este sitio desde hace no recuerda cuanto, perfeccionando cada una de sus habilidades para ocupar el asiento solo que había en él.

Satisfacción, eso que todo mortal y dios ansía más que nada, un objetivo indispensable para lograr la felicidad de uno mismo, por ello era que hacía esto.

Era un demonio y como tal, la avaricia lo consumía en cada uno de sus deseos, por ende el hedonismo era la hebra por la que el siempre escaló hasta ahora, en este momento.

...

-Gokú Guillermo Gremory, descendiente del Rey Demonio Actual y de su Reina, Grayfia Lucifuge. Tu juicio ha comenzado- Con imponencia y resonancia, una voz irrumpió sus pensamientos y también su visión, ya que todo se volvió oscuro en ese momento.

Era la primera vez en cinco años que escuchaba su segundo nombre, uno muy regio y que le fue otorgado por parte de su bella madre.

En lo personal le agradaba mucho más ese nombre, así que desconoce por qué su yo recién nacido se amargó al escucharlo pero rio ante la propuesta de su padre.

Bueno, eso no era lo importante, sino que dos cachetazos lo espabilaron y al abrir sus ojos, divisó dos libretas con colores llamativos y portadas animadas distintas.

-Elige ¿Fate ó Nanatsu No Taizai?- Sonó la voz omnipresente de aquel ente místico cuyo nombre empezaba con A, un misterio total su identidad.

No no no, esto no estaba bien. Su tía era la otaku de la familia, él se tiraba más por la música y la política, conceptos que no colaboraban demasiado con su elección.

-...S-Si te puedo ayudar, te recomendaría elegir Fate, el otro ya lo eligieron y no terminó muy bien- Dijo con algo de reticencia y nerviosismo la misteriosa voz.

-...Bueno-.

Una vez abrió la libreta, la misma se prendió en fuego y el aspecto del lugar comenzaba a ponerse más turbio y pesado, causando que una enorme presión azote contra el confundido demonio, quien sentía como sus huesos y músculos se desvanecían en polvo, no antes de que el color de sus ojos y su cabellera pasara a ser de un gris plata a un elegante carmesí.

...

Horario nocturno
Ciudad de Fuyuki, Japón...

En una noche nada tranquila en Fuyuki, la incesante seguidilla de asesinatos en serie continuaba suscitando terror en sus habitantes, más cuando entró dentro del problema el ocultismo y la magia oscura.

Las noticias eran transmitidas diariamente por los canales locales, y desde una TV de un departamento escaso de luz, el actor de tales atrocidades se presentaba.

-Vaya creo que me excedí un poco- Dijo con calma mientras se apoyaba en el espaldar del sillón frente al televisor, dejando caer por accidente el cadáver de quien de seguro era un residente del apartamento, viendo a su costado como también había otro cadáver y además de eso, un niño vivo pero amarrado en el suelo -¿Crees que existen los demonios, niño?-.

El niño sólo podía llorar del miedo mientras dejaba emitir sollozos lamentables de su boca amordazada.

-Las revistas y los periódicos dicen que soy un demonio, pero si los demonios realmente existen, llamarme así sería de mala educación ¿no crees?- Dijo mientras caminaba lentamente hasta el joven aterrado -Tienen que dejar las cosas claras... ¡Buenas, soy Ryuunosuke Uryuu, un demonio!... Talvez no debería haberte dicho mi nombre-.