3| afraid.

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De acuerdo Regan, puedes hacerlo.

Eso se dijo la pelirroja a su reflejo, mientras se encontraba en el baño de su habitación, la chica tragó grueso, mientras pasaba sus manos por su cabello cobrizo.

-Mucha gente lo hace y ya- dijo bajito, para que Robby, que estaba en su habitación, no pudiera escuchar, la batalla mental que enfrentaba frente al espejo- Digo, ¿que tan necesario son las velas? que cursi. Es solo hacerlo y ya. El sexo no es romántico. Es sexo.

La pelirroja cerró sus ojos, apretandolos con fuerza, aún estaba en pijama. Temblaba y no despegaba la mirada de su reflejo ajustado, Brandy tenía razón, era una mojigata, tenía un novio que la quería y debía tener sexo, el chico seguro no se conformaba con lo que la chica podía darle.

Luego de que Robby dijera esas palabras, “dejame follarte”, subieron las escaleras, Robby en realidad aún no creía que fuese así de sencillo, sabía que Regan era virgen, y que era una chica que no esperaba que fuera así, se arrepintió de haberlo dicho, cuando la joven tomó sus pantalones y le dijo:

-Mmm, necesito un minuto- para luego darse vuelta y encerrarse en el baño, llevaba al menos siete minutos ahí.

Regan respiró profundo una vez más, señaló su reflejo.

-Vamos, deja de actuar como una demente- dijo- es ir, que te lo meta y ya fue- se encogió de hombros, luego estrelló su palma en su rostro- Dios, no estoy lista.

Salió del baño, Robby se incorporó en la cama, mirándola fijamente, la chica gateó por el colchón, hasta sentarse sobre su regazo, el chico acarició suavemente la piel descubierta entre el pantalón de pijama y la camiseta que hacía juego.

-Mariposa- dijo él, haciendo que ella levantara sus ojos temerosos- no tenemos que hacerlo hoy.

Regan bajó la mirada.

-Tu quieres hacerlo.

-Pero tu no- respondió con simpleza, acariciando su cabello, ella se acostó sobre su pecho, ocultando su rostro lleno de vergüenza- hey, no te pongas así.

-Es que...- dijo en un hilo de voz- se que no es suficiente lo que hacemos y yo... yo debería estar lista pero es que- se quedó sin palabras, mientras Robby la reconfortaba.

Robby suspiró.

-Regan, no me voy a morir por no follar contigo ahora. Lo que dije fue por el calor del momento- ella se incorporó- no me malinterpretes, si quiero que pase y- bajó la mirada hacia su cuerpo- me vuelves loco. Pero no voy a forzarte a qué lo hagas cuando no estás lista, podemos esperar. Eres mi novia y nunca haría nada que no quisieras.

La chica sintió sus ojos cristalizarse.

-¿En serio no hay problema con esperar?- preguntó en un susurro, Robby le sonrió abiertamente- me da miedo que lo que hacemos no sea suficiente. Tu ya has tenido sexo.

Robby rodó los ojos.

-Tampoco tanto, si fueron tres veces es mucho- le dijo para tranquilizarla- Regan, te quiero. Y para mí tenerte de la forma que sea es más de lo que crees. No tenemos que hacer algo que no quieras.

-Si quiero... pero no estoy lista- confesó, el la abrazó de nuevo- prometo estar lista, Robby.

-No tienes que prometer nada, mariposa. Yo siempre voy a esperarte.

Regan se encontró sintiéndose agradecida de que Robby fuera como es, se sintió agradecida por la forma en que se tomó todo y como la tranquilizó. Sabía que muchos chicos se habrían enojado y quizás la hubieran llamado de formas nefastas e insultantes. Pero el ojos verdes no, el solo le sonrió y aseguró que todo estaría bien.

DON'T BLAME ME; robby keene Where stories live. Discover now